Salimos de la Plaza de la Ciudad Vieja, tenemos dos opciones una es dirigirnos al río por la
calle Karlova, donde entre las numerosas calles decoradas de esta
antigua vía, encontramos la figura art nouveau de la legendaria
princesa Libussa rodeada de rosas en el número 22/24.
Según una vieja
leyenda, la bella y sabia princesa Libussa era quien estaba al mando de
una tribu eslava occidental que habitaba en la colina de Vysehrad, junto
al río Moldava al sur de la actual Praga. Sus súbditos deseaban que su
jefe fuese un hombre y entonces la princesa eligió a un humilde labrador "premysl" de entre ellos como esposo y gobernante, dando así inicio a
la dinastía premyslita, que gobernó en Bohemia durante unos 400 años.
Dotada
de poderes especiales, la princesa en una de sus profecías predijo la
gloria de Praga. Un día, mirando desde su castillo a hacia una colina al
otro lado del río, tuvo una visión y dijo: "¡Veo una majestuosa ciudad,
cuya gloria tocará las estrellas!" Luego instruyó a su pueblo para que
fueran hasta el lugar, donde un hombre estaba tallando el umbral
(prah) de su casa y les ordenó que edificaran un castillo allí, que
debería llevar por nombre Praha. Y la princesa era vidente pues la ciudad
creció y se desarrolló y acabó siendo conocida en el mundo entero...
En esta calle hay que destacar el Museo Johannes Kepler (en el nº4) . El año 2009 fue declarado por la ONU Año de la astronomía ( a iniciativa de los italianos),
recordando que hace 400 años, en 1609, Galileo Galilei utilizó por
primera vez un telescopio para observar el espacio. A raíz de ello en la ciudad tienen el museo dedicado a Johannes Kepler,
el más importante astrónomo checo, instalado en la casa donde vivió
entre 1607 y 1612, tal como lo indica una placa en la entrada. Aquí
tenía su observatorio y aquí fue donde publicó en 1609,
coincidentemente, su obra Astronomía nova, que estableció las bases de la astronomía y la óptica modernas.
En el número 3 de la misma calle tenemos el hotel U Zlaté Studny. "La Casa de los Pozos de oro" ubicado, justo donde se encuentran la calle Karlova y
Seminarská, es un hotel familiar instalado en un edificio histórico
protegido del siglo XVI que tiene una bella fachada decorada con santos de
la Bohemia. Se trata de un pequeño hotel de 4 estrellas, totalmente
restaurado pero que aún conserva en algunas habitaciones los techos de
madera pintados a mano. En el sótano gótico hay un restaurante. Se puede
reservar en línea. Más adelante en el número 18 encontraremos la Dum U zlatého hada. "La Casa de la Serpiente Dorada". Frente al hotel destaca la roja fachada de esta casa que domina la
esquina con calle Liliová. El edificio data del siglo XV y perteneció
durante años a ricos orfebres, aunque se lo recuerda especialmente
porque aquí fue instalado allá por el año 1713 el primer café de Praga. Su propietario era un comerciante armenio llamado Georgius Deodatus
que comenzó su negocio vendiendo café en la calle. Se dice que debió
enfrentar no pocos inconvenientes para instalarse, por el temor de los
burgueses a que disminuyera la venta de cerveza... Hoy, como entonces,
hay un café al que se anexó un buen restaurante con comidas típicas e
internacionales. Este recorrido nos llevará al Puente de Carlos.
Pero el recorrido que quiero mostraros es otro, para ello debemos coger la calle Celetná desde la Plaza de la Ciudad Vieja, seguiremos por ella hasta divisar una torre medieval, la Torre de la Pólvora, que fue la primera
torre defensiva que se construyó en la ciudad.
Podemos pasar a través de sus arcos. La Torre de la Pólvora es una torre gótica y que durante la Edad Media fue una de las puertas de la ciudad. Su construcción, con los 65 metros de altura que tiene tal y como la vemos hoy comenzó en 1475 bajo el reinado de Vladislav Jagiello y la dirección de Mathias Rejsek, quien también se encargó de la decoración de la torre con estatuas. Fue diseñada en concordancia con la la torre de la Ciudad Vieja, construida por Petr Parler un siglo antes. Ambas torres son todo lo que queda de la antigua fortificación que protegía la Ciudad Vieja.
Inicialmente fue llamada Horska vez o torre de la montaña por la existencia de un camino que conducía desde allí a Kutná Hora; más tarde se la llamó Torre Nueva
para diferenciarla de la torre del Puente Carlos que era más antigua.
En el siglo XVIII fue utilizada como depósito de pólvora y desde
entonces tomó su denominación actual.
Entre 1875 y 1886 la torre fue restaurada
y pese a que fue severamente dañada por los ataques del ejército
prusiano en 1757, aún se conserva buena parte de su antigua
ornamentación.
El primer piso está adornado con estatuas de los reyes de Bohemia: desde la Calle Celetná se pueden ver a Jorge de Podebrady y Vladislav II, y del otro lado, desde la Plaza de la República, a Premysl Otakar II y Charles IV.
Al nivel del segundo piso hay estatuas de Cristo y la Virgen María en la
parte central, flanqueados por santos bohemios. La decoración incluye
también esculturas de ángeles y alegorías de las virtudes. Una especie
de puente cubierto conecta la torre con la vecina Casa Municipal.
La Torre de la Pólvora fue durante siglos el punto de inicio del Camino Real, recorrido que seguían los reyes bohemios en la ceremonia de coronación que, atravesando la Ciudad Vieja, el Puente Carlos y Malá Strana, culminaba en el Castillo de Praga.
Subiendo los 186 escalones de su escalera en espiral se accede a la
galería, situada a 44 metros de altura, desde la cual hay buenas vistas
de la ciudad y una cafetería.
La Casa Municipal es el más espectacular edificio art-nouveau
de Praga. Su construcción data de comienzos del siglo XX, entre 1905 y
1912 para ser más precisos. Desde entonces ha sido un prestigioso
espacio donde realizar conciertos y exhibiciones, a la vez que un punto
de gran interés turístico para visitantes de todo el mundo.
A finales del siglo XIV, el rey Wenceslao IV decidió la construcción de su residencia en esta zona, junto a la actual Torre de la Pólvora, que por entonces formaba parte de las fortificaciones de la Ciudad Vieja.
Siendo una de las puertas de acceso a la ciudad era además punto de
llegada de una importante ruta comercial. La residencia recibió el
nombre de Corte del Rey.
Cuando el rey Vladislav II Jagiello prefirió instalarse en el Castillo de Praga, la Corte del Rey fue abandonada totalmente. En 1631 fue comprada por el cardenal Harrach para instalar un seminario. Luego de un incendio en 1689 el complejo
fue remodelado y se añadió una iglesia. En 1776 el seminario fue trasladado al Clementinum y la Corte del Rey pasó a ser barraca y luego academia militar.
A fines del siglo XIX y comienzos del XX se encararon trabajos de
saneamiento en toda la ciudad, con el objetivo de convertir a Praga en
una ciudad moderna. En el marco de estas obras, el emplazamiento del
ruinoso complejo de la Corte del Rey fue visto como un gran
desafío para las autoridades de la ciudad, quienes decidieron demoler
todo y construir un nuevo edificio que congregara actividades oficiales y
culturales en general.
Un concurso dio como ganador al diseño de los arquitectos Antonín Balsanek y Osvald Polívka
y la construcción comenzó en 1905, con un presupuesto estimado de 3
millones de coronas. La inauguración oficial tuvo lugar el 22 de
noviembre de 1912; para entonces el costo total había superado los 6
millones...
En la Casa Municipal tuvieron lugar importantes hechos históricos, tales
como la proclamación de la República Checoslovaca el 28 de octubre de
1918 y las reuniones entre el Foro Cívico y el régimen comunista en
1989. El edificio, que cubre 4214 m2, fue equipado con todos los adelantos del
momento, tales como ventilación y calefacción, ascensores, bodega
refrigerada y lavandería, entre otros.
Aunque criticado en su momento por algunos arquitectos que consideraron su estilo "anticuado", la Casa Municipal
es uno de los más remarcables edificios de la ciudad, donde se fusionan
armónicamente el neo-barroco, el neo-renacentista e influencias
occidentales y orientales con el art-nouveau checo.
En la decoración trabajaron los más destacados artistas del momento, entre ellos Mikolas Ales y Alfons Mucha. El enorme mosaico de la fachada, "Apoteosis de Praga", fue diseñado por Karel Špillar. El Salón Smetana, famosa sala de conciertos de Praga, es
reconocido por la elegancia de su grandioso domo de vidrio y puede
albergar unas 1200 personas. Los numerosos salones, verdaderas salas de
arte por su valiosa decoración, se pueden alquilar para realizar
diversos eventos, como conferencias, recepciones, fiestas, exhibiciones y
desfiles de moda. Desde aquí podemos coger el bus 207 que nos llevará cerca del barrio judío.
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