En España, en la costa del Mar Cantábrico hay unos cuantos pueblos muy bonitos también a los que podemos acudir, si no podemos ir hasta "Cinque Terre" o la Costa Amalfitana, no son lo mismo, porque el lugar donde están tampoco es el Mediterráneo.
Están en el Atlántico, un océano mucho mas grande y peligroso, concretamente en lo que conocemos como Mar Cantábrico, y que va desde la Coruña, pasando por Asturias, Cantabria, País Vasco, sigue por Bayona, en Fracia y continúa hacia el puerto de La Rochelle, Lorient acabando en Brest.
Este es un mar bravío, que forma hombres y mujeres fuertes y longevos, acostumbrados a bregar con la dureza de sus costas y del tiempo que suele hacer. Por esta zona de acantilados y grandes playas, playas para el surf o el wind surf, para el parapente o el ala delta, para grandes caminatas cuando baja la marea...ya que aquí las playas crecen o menguan según sube o baja la marea.
Aquí no hay problema para plantar la sombrilla en la arena, ni que te moleste el vecino de la toalla de al lado, hay suficiente espacio para todo el que va. A diferencia del Mediterráneo, y de sus gentes aquí cada uno tiene su espacio, e intenta no molestar al vecino...también hay que decir que el tiempo tampoco es como el de la costa mediterrránea, aquí que todo el día haga sol es un pelín dificil, puede comenzar el día medio nublado, pasar a hacer un sol brillante, volver a ver las nubes y que te pille el chaparrón o todo lo contrario...
Siempre ha sido una importante etapa del Camino de Santiago del Norte, en Soto de Luiña se conserva el antiguo hospital para peregrinos, y que hoy en día, lo ocupa la sede del Museo de Arte Sacro. Cudillero llegó a tener la flota más grande de Asturias y una de las más importantes del Cantábrico.
Pertenece a la Comarca Vaqueira, una de las más renombradas y extensas de Asturias. En bable o asturianu, Cudillero recibe el nombre de Cuideiru. El Bable es una lengua que deriva del astur-leonés, hablado en zonas de León, Zamora y Miranda do Douro, en Portugal.
Cudillero se levantó en una ladera a modo de teatro Griego, entre dos colinas. Es una villa eminentemente marinera. Además, su puerto es el que cuenta con el mayor número de embarcaciones censadas de Asturias. Es un pueblo de gran tradición donde aún podemos ver como se extienden las redes por el puerto. Uno de los edificios más destacados es la iglesia parroquial de San Pedro, construida en el S. XVI. La iglesia se financió gracias al gremio de pescadores.
La magia de descubrir esta población reside en caminar sin una ruta previamente establecida. El mero hecho de observar las pintorescas construcciones marineras y detener la vista en miradores como el de La Garita, La Atalaya, El Canto o El Pico ya vale la pena. La palabra Cudillero tiene su origen en una analogía orgánica, la del codo. En el siglo XIII se llamaba Codillero.
La visión de este escenario ha merecido unas buenas secuencias cinematográficas. De esto se encargó el director Jose Luis Garci en su galardonada “Volver a empezar”, el primer Oscar del cine español.
Merecen
una visita especial la Cofradía de pescadores y la capilla del
Humilladero, uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Otra parada
obligada es la plaza de la Marina, frente al puerto, en la que se puede
degustar alguno de los productos del mar acompañado de una sidra,
mientras se contemplan los barcos que regresan de faenar, el 29 de junio se celebran las fiestas de L’Amuravela. Una cita
con la sorna asturiana. En ellas un pregonero hace una relación en
pixueto (habla de Cudillero) de los acontecimientos del año en forma
irónica y crítica. Como pueblo que se precie siempre ha existido una pequeña rivalidad entre los habitantes de los
barrios altos y los más pegados al puerto. En el de Cai, en la zona
alta, viven los caízos que tradicionalmente vivían de labores agrícolas.
En la parte baja, Cuideiru, habitan los pixuetos preocupados por la
pesca y últimamente por el turismo que acude a la villa para visitarla y
para sentarse en la mesa de una terraza en la plaza del pueblo.
Destaca sobre todo
la localidad de El Pito, donde se encuentra el Conjunto Palaciego Selgas,
conocido popularmente como el Versalles asturiano. Al margen de una
decoración de ensueño: tapices, relojes, mobiliario, dentro se descubre
impresionante colección de obras de arte, con óleos de Tiziano, Goya y
El Greco. También en El Pito está la Iglesia de Jesús Nazareno, del
siglo XIX, que conserva en su cripta el altar prerrománico más antiguo
de España (siglo VIII).
La Playa del Silencio es una playa de difícil acceso de
cantos rodados y acantilados escarpados que la hacen única por su
espectacular entorno. Se encuentra ubicada en el Concejo de Cudillero y muy próxima a la localidad de Castañeras. Para muchos es la playa más bonita del litoral asturiano, decisión difícil porque Asturias cuenta con unas magníficas playas.
La Playa de Torimbia (nudista) es una de las más bellas playas del litoral español. Se encuentra situada entre las localidades de Niembro y Barro, pertenecientes al Concejo de Llanes en Asturias. El municipio de Llanes es conocido como el de las cien playas, además de cantidad, poseen calidad.
Para llegar tenemos que hacerlo desde Villaviciosa tomamos una carretera local pegada a la ría.
Más adelante vemos desde las alturas la playa de Rodiles, admirable en
proporciones y belleza. De ahí a Tazones descendemos continuamente por
una vía asfaltada, con el suspense añadido de sus decenas de curvas en
penumbra.
La vegetación exhuberante parece que acabará cerrándonos el
paso. Pero alcanzamos el nivel del mar de repente como quien descubre
por sorpresa la antesala de una gran cueva, en este caso sin túneles de
piedra, abierta a un horizonte azulado y paradisiaco con playa incluida. Tazones guarda la esencia de la aldea asturiana, pero en este caso de
una aldea peculiar, con hórreos, pero abierta al mar, con aires de
villa.
Los recovecos de su fisonomía se parecen a los pliegues
caprichosos de una red que descansa en el puerto y que ha atrapado a sus
300 habitantes. Por aquí y por allá encontramos líneas, pequeños
caminos que se cruzan con otros en un laberinto amable de
calles empedradas y casas bajas. También hay caminos
que no llevan a ningún sitio en particular, quizás a un promontorio
inmejorable para disfrutar de la vista. Nos pongamos donde nos pongamos
siempre descubrimos Tazones como un pueblo distinto, colorista, casi
simétrico, con una caída suave hacia el mar.
La fama también le atribuye carácter regio. La realeza de Tazones le viene de herencia. Aquí se dice que desembarcó nada menos que Carlos V,
dueño de un imperio inabarcable, en su primer viaje a España el 19 de
septiembre de 1517. Imaginamos que su desembarco en Tazones fue como pisar un planeta minúsculo pero muy bello. Llegaba para hacerse
cargo de su corona y en Tazones inició el descubrimiento de su reino
ibérico, un reino que no tenía muy claro si apreciarían a su nuevo rey.
Esta es una de las muchas razones y méritos por las que el pueblo ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias.
Ahora bien, hay gente que no cree que esto sea un dato histórico, sino
algo más cercano a la leyenda, y una postura y otra resultan
irreconciliables y suelen alimentar buenas discusiones. Pero sucediera o
no, ha cobrado vida propia, ha dado lugar a una tradición festiva. Los
vecinos conmemoran anualmente, cada 17 de agosto o día de “San Roquín”,
esta fecha señalada con un desembarco simulado de Carlos V.
Una escenificación
que desde el principio ha atraído a miles de curiosos, así como a un
buen dispositivo de prensa ante el carácter de autenticidad que suscita.
Junto al personaje ilustre de Carlos V desfilan también, vestidos con
trajes de época, numerosos vecinos, representando ser los miembros de su
corte y sirvientes. El desembarco ficticio se realiza en el
marco de las fiestas más importantes de Tazones, que durante los días
15, 16 y 17 de agosto rinden tributo a San Roque. La
tradición manda sacar al santo en procesión por la mar, acompañado por
los pescadores del pueblo con sus barcas engalanadas. Junto a San Roque
se saca también en procesión a la Virgen del Carmen patrona de los marineros.
Entre las construcciones de mérito del pueblo sorprende -no tanto por su solera histórica sino por su inventiva- una casita cargada de conchas,
atiborrada de motivos marineros, que ejemplifica a las claras el abrazo
irrompible entre el pueblo y el mar, el tesón de una familia marinera
enamorada del Cantábrico y los moluscos.
En los pedreros que circundan la villa descubrimos la primera
historia de Tazones, su protohistoria. Nos topamos uno de los más
importantes yacimientos de huellas de dinosaurios de toda Europa, una aportación generosa a la cada vez más popular costa jurásica asturiana.
En las inmediaciones del faro local encontramos multitud de icnitas
tridáctilas que se cruzan en varias direcciones y constituyen varios
rastros, así como una huella de arrastre de cola. Por su parte, en la
playa vemos otro panel explicativo que nos indica que a unos 120 metros
de aquel podemos apreciar los rastros de estos monstruos del pasado. En
el acantilado del extremo oeste de Tazones, pocos metros después de
rebasar el espigón del puerto, se observa un magnífico ejemplo de falla
vertical de composición jurásica. Unos pocos metros más adelante vemos
huellas de raíces y paleosuelos. Para más información sobre el Jurásico en Asturias www.museojurasico.com
De vuelta a Villaviciosa en la misma carretera encontraremos una iglesia románica la de Santa Eulalia de Lloraza. En la actualidad Lloraza pertenece a la parroquia de San Félix de Oles. Este templo de pequeñas proporciones pero de gran elegancia fue erigido a mediados del S. XII como capilla de la leprosería de Santa Eulalia junto a la Ría de Villaviciosa.
Esta ermita románica se encuentra en un llano sin vegetación, en un lugar muy castigado por los fuertes vientos del Cantábrico. Junto a la ermita se levantó en la época medieval un hospital dedicado a sanar a los leprosos. El hospital se dedicó a la Santa Eulalia, mártir emeritense que es la patrona de la diócesis, el culto a la santa adquirió un gran fervor en el primer cuarto del S. XII gracias al patrocinio del obispo Don Pelayo.
Villaviciosa es una importante población asturiana que
prosperó junto a la ría que lleva el mismo nombre. Su origen es muy
antiguo. En el siglo XV la villa fue devastada por un gran incendio, fue
reconstruida con el apoyo económico de los Reyes Católicos y engalonada
con Carlos V a raíz de su llegada al cercano puerto de Tazones. En Villaviciosa abundan las casas señoriales, entre sus edificios destaca la iglesia de Santa María de Oliva, data del S. XIII, junto al templo se encuentra el
curioso monumento de la manzana, obra de Benlliure, que
nos recuerda que la zona es una de las mayores productoras de sidra. En
todo el concejo hay una gran cantidad de fábricas y algún lugar
artesanal que se encarga de elaborar esta apreciada bebida. Lugares que se pueden visitar para ver como se produce y al mismo tiempo hacer unas catas.
Lastres es uno de los pueblos más bellos de Asturias, podemos observar en la fotografía como aparece suspendido ante el Mar Cantábrico. La pesca y el turismo son las dos principales actividades económicas de Lastres. Esta localidad fue declarada Conjunto Histórico Artístico en el año 1992. Una recomendación para el viajero es dar un paseo por las estrechas calles de los barrios del Reloj, la Fontana y el Piquero.
Entre los monumentos más interesantes de esta villa marinera destacamos la Torre del Reloj, la iglesia de Santa María de Sabada y la Capilla de San Roque.
Muy cerca de Lastres se encuentra el Mirador del Fito y la Cueva de Tito Bustillo que alberga uno de los principales conjuntos rupestres de Arte Paleolítico de todo el Mundo. En la actualidad Lastres tiene una población cercana a los 2.000 habitantes y es uno de los destinos turísticos más solicitados de la costa asturiana. Se encuentra muy bien comunicado con Oviedo y Gijón, las dos principales ciudades del Principado de Asturias. Para llegar a Lastres debemos tomar la carretera AS-257 que procede de la autovía A-8 y la N-632.
Muy cerca de Lastres se encuentra el Mirador del Fito y la Cueva de Tito Bustillo que alberga uno de los principales conjuntos rupestres de Arte Paleolítico de todo el Mundo. En la actualidad Lastres tiene una población cercana a los 2.000 habitantes y es uno de los destinos turísticos más solicitados de la costa asturiana. Se encuentra muy bien comunicado con Oviedo y Gijón, las dos principales ciudades del Principado de Asturias. Para llegar a Lastres debemos tomar la carretera AS-257 que procede de la autovía A-8 y la N-632.
Ribadesella es una de las principales villas asturianas, situada en la desembocadura del río Sella y a los pies de la Sierra del Sueve. Esta elegante ciudad se fundó en el S. XIII, por el rey Alfonso X El Sabio. Ribadesella se ubicó en la margen derecha del estuario que forma el Sella. Su calle principal es la Gran Vía, arteria comercial y centro neurálgico de Ribadesella. Su ayuntamiento se ubicó en el Palacio de Cutre, y que no os confunda el nombre, pues se trata de una brillante obra renacentista del S. XVI.
En la foto contemplamos una panorámica de la ciudad desde el Monte Corberu, el punto más alto de la villa. En este monte se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Guía. Desde el Monte Corberu podemos admirar la Ría del Sella y la fabulosa Playa de Santa Marina con su señorial paseo marítimo. Junto a la Playa de Santa Marina podemos ver los palacetes de indianos y las residencias aristocráticas.
Y por último vamos a conocer las mejores playas de la costa asturiana, y lo digo con conocimiento de causa, pues las he recorrido casi todas en mi infancia, pues parte de mi familia es asturiana.
Una
de las playas que más me han gustado ha sido la Playa de San Antolín,
cerca del municipio de Posadas en Asturias. Es una playa en la que
desemboca un río o arroyo, hace mucho tiempo en esta playa se podía
acampar tranquilamente, os hablo de años, en la primera foto la vemos
cuando la marea está alta, en la foto del inicio del post, cuando la marea baja (si, si es la misma playa)...
esa arena, y esa playa no tiene nada que envidiar a otras muchas de
lejanos países. Bueno, sí, la temperatura del agua, que suele ser fría,
bastante fría sea cual sea la época del año. Igual ese es el motivo de
que por estos lares la gente viva más años.
Llanes cuenta con un bonito casco histórico donde podemos disfrutar del Paseo de San Pedro o de la basílica tardorománica de Santa María del Concejo. Por aquí discurre el Camino de Santiago del Norte, en paralelo al Mar Cantábrico.
La Playa de Torimbia es un magnífico arenal de un kilómetro, esculpido por el Cantábrico, destaca la cuidada vegetación y la limpieza de sus aguas. En Torimbia se practica el naturismo, es la playa nudista más extensa de Asturias.
El Concejo de Llanes tiene una costa que supera la treintena de kilómetros. En esta parte del litoral predomina la roca caliza, ésta ha sido modelada por el mar hasta formar atractivos acantilados y playas. Además de Torimbia, en la costa oriental de Asturias tenemos playas de gran belleza como Toranda, La Ballota o Gulpiyuri. Esta es una zona donde se practican multitud de deportes como la pesca submarina, surf o parapente.
Llanes es la zona que tiene más playas, casi una trentena, A lo largo de los 35 kilómetros costeros de Llanes, aguardan una inusual densidad de aldeas, y una arenosa rutina con calas estadísticamente probables cada mil metros.
En calas como la de Buelna, en la esquina más oriental de la costa
llanisca, o la de “Gulpiyuri”, cercana a la céntrica aldea de Naves, el
mar es casi un error. Esta última ha sido declarada monumento natural.
Si el bañista acude en bajamar no encontrará más que un rastro de arena
cercado por peñas. Pero sube la marea y por los resquicios de su cercado
natural entra sigilosamente al agua hasta convertir el arenal en una
piscina exótica en plena pradera.
Estas playas, son muy variadas, la longitud va de los 20 metros de la de Villanueva, hasta los 1200 de San Antolín.
El gran grueso pueden llamarse calas estrictamente, y no superan los
150 metros de longitud, si bien nos las encontramos también mayores,
como la de Vidiago de 200 metros, Toró: 220, Andrín: 240, Barro: 250
(una de las más concurridas en verano), Toranda (bandera azul europea):
300, Ballota: 350, Cue: 380, Palombina: 300, Borizu: 400, Torimbia (para
los practicantes del nudismo, de extraordinaria belleza): 500, EL
Portiello de San Martín: 750.
En su mayoría resultan rincones inolvidables, con
escasas huellas de urbanización directa en la costa, playas de una
estética casi virgen que desde aquí os invito a disfrutar con respeto y
sentido ecológico.
Este es el post que encabeza el ranking de lo más visto en el blog, gracias a todos los que lo leéis!
ResponderEliminar