Al igual que con el resto de la ciudad. Haussmann cercenó el viejo sector medieval que rodeaba la catedral; aunque aquí lo hiciera con mano especialmente dura, pues arrasó sin remedio todo un barrio. De este modo, la explanada frente a la catedral se triplicó en superficie.
El único sector medieval que aún pervive se encuentra al norte de la catedral, pues hay un racimo de calles (entre ellas la Rue Chanoinesse, su nombre deriva de los canónigos de Nôtre-Dame cuyas casas flanqueaban la calle), sólo dos de ellas, los números 22 y 24 se conservan, datan del siglo XVI. Más allá está la Rue Colombe, donde la linea de la antigua pared galoromana está marcada en los adoquines. Hay una placa en la pared.
Continuando hacia el norte hasta el Quai aux Fleurs, son de interés dos cabezas de piedra sobre las puertas de los números 9 y 11, y que representan a los amantes Abelardo y Eloísa, que vivieron en una casa de este lugar en el siglo XII. La casa ya no existe, pero hay una placa donde se supone que estaba la misma. En el Square de l´Îlle de France, cerca del puente del Archevèché, fue durante largo tiempo un terreno baldío hasta que, durante el II imperio se instala allí el depósito de cadáveres y se convierte en un lugar frecuentado por los parisinos cuyo gusto morboso les empuja a enterarse de los detalles de los crímenes o muertes más sensacinalistas. En el extremo de la plaza se encuentra el Memorial de la Deportación: una bóveda subterránea que hace homenaje a todos los deportados franceses que sufrieron en los campos de concentración nazis durante la II Guerra Mundial, la mayoría eran los judíos que huyeron de la Europa ocupada, pensando que París les ofrecería una mayor protección que si se quedaban en sus lugares de orígen. No pensaron que París caería en manos fascistas, y que el gobierno colaboracionista de Vichy los entregara sin miramientos.
En 1609 y a sugerencia del Cardenal Richelieu, las dos islas que estaban en medio del río, fueron unidas entre sí mediante el Pont Saint Louis y luego enlazadas a las orillas del Sena por medio de puentes. Cruzando el puente, se llega a la Île-de-Saint-Louis, un lugar de paz en medio de la gran ciudad y uno de los lugares residenciales más caros para vivir. Esta pequeña isla sin urbanizar, estaba partida en dos por un foso. Una parte era conocida como la "île aux vaches" la isla de las vacas, pues durante el reinado de Luis XIII aún pacían los bovinos en ella.
Todo era muy idílico hasta que el especulador Cristophe Marie, apareció en escena e hizo construir el Pont Marie (!bautizado con su nombre claro!) y rellenó el foso entre los dos islotes para comenzar a urbanizar en el siglo XVII. El otro islote se llamaba Île de Nôtre-Dame y era un pastizal que las crecidas del río anegaban continuamente. Allí las lavanderas ponían a secar su ropa, y desde la Edad Media solían celebrarse los "duelos judiciales" que se admitían como pruebas en los juicios, Dios favorecía la espada que debía zanjar estos litigios. En 1726 recibió el nombre por el que se la conoce actualmente. Su calle central Saint Louis en l'Île, antaño refugio de familias aristocráticas, y actualmente llena de tiendas de ropa y de diseño de vanguardia, de salones de té y de restaurantes donde cenar sin destrozar el presupuesto, como la Brasserie de l'Île Saint Louis, cuya terraza ha sido inmortalizada varias veces en el cine. O en l'îlot Vache, un restaurant que lleva el nombre de la antigua isla de las vacas. Si lo que queréis es un helado para refrescaros os recomiendo Berthillion.
Estamos en una de las zonas con la vivienda más cara de toda la ciudad, una zona céntrica y por donde hay poco tráfico, llenas de tiendas de nivel, de boutiques y donde se respira una calma, que parece a la de hace siglos. Si tenéis posibilidad un buen hotel donde alojarse sería en el Hotel Saint-Louis-en-îsle a ver no es barato, pero tampoco lo considero de los más caros, eso sí os alojareis en un hotelito no muy grande, con unas habitaciones muy cucas en colores ocres y claros, con los techos con las vigas al aire, o bien en la buhardilla... vamos para pasar una noche especial!En esta calle principal se encuentra la Iglesia de Saint-Louis, que no destaca más que por su reloj de hierro y su aguja labrada; sin embargo, es soberbia su decoración interior, de estilo jesuítico. Gemela a la Catedral de Cartago, donde murió San Luís, la iglesia conserva la estatua del piadoso rey. Los muelles que rodean la pequeña isla pueden convertirse, hacia las 6 de la tarde, en el mejor lugar para contemplar la puesta de sol. En uno de ellos, en el Quai d'Anjou se encuentra la casa donde la escritora Camille Claudel, la amante de Rodin, tuvo su estudio y acabó enloqueciendo víctima de una sociedad que no supo entenderla. Auguste y
Camille se encontraron por primera vez en 1883
cuando el escultor, entonces con 43 años,
visitó el taller donde ella, de 19, trabajaba.
A Camille
le había costado mucho esfuerzo que sus padres
aceptaran su vocación artística en un tiempo en
que las cosas no eran fáciles para una mujer, y
menos si pretendía dedicarse a la escultura. Su
madre se oponía duramente a lo que considera una desviación
radical de las reglas que regían la vida
burguesa en la sociedad del momento. Solo
encontró consuelo en su hermano Paul, quien se
convertiría en un célebre escritor.
En 1881 la familia
se traslada a vivir a París, al barrio de
Montparnasse. Camille siente pasión por la
escultura y se matricula en la Academia
Colarossi, que estaba dirigida por el escultor
Alfred Boucher. En 1882 Camille se independiza y
alquila un apartamento junto a unas amigas inglesas. Rodin
(París, 1840) era ya un escultor de renombre que
ya había realizado El
pensador y tenía el encargo de
crear Las puertas del
infierno, inspiradas en la Divina
Comedia de Dante, para un museo de artes
decorativas que nunca se llegó a abrir. El
realismo de sus obras contrastaba hasta tal punto
con lo que críticos y artistas estaban
acostumbrados que incluso llegaron a acusarle de
haber moldeado la figura de una de sus obras, La edad de bronce, directamente sobre el
cuerpo del soldado que había posado para él. Su
devoción por el arte le llevó a matricularse a
los 14 años en la Petite École, una escuela
pública donde estudió dibujo y matemáticas. En
tres ocasiones pidió ser admitido en la Escuela
de Bellas Artes y otras tantas fue rechazado.
Destrozado por la muerte de su hermana mayor
Marie, había decidido en 1862 ingresar en la
orden de los Padres del Santísimo Sacramento,
fundada por el padre Eymard. Fue éste quien
alentó su vena artística y pronto su falsa
vocación religiosa dejó paso al creador que llevaba dentro.Poco
después, en 1864, el mismo año del nacimiento
de Camille, conocería a Rose Beuret, una
costurera que se convertiría en su compañera
para toda la vida, madre de su único hijo y
vértice de un triángulo donde Camille Claudel
era quien más tenía que perder. Y perdió y mucho, acabó encerrada en un manicomio durante 30 años, gracias a su familia que fueron los que la internaron. Hay un par de películas muy interesantes, una de Juliette Binoche (Camille Claudel 1915) y otra de Isabella Adjani (La Pasión de Camille Claudel), así que si queréis saber más os invito a verlas.
En el número 17 de la misma calle está el Hôtel de Lauzun que data de 1656, fue construido por Le Vau, para un tal Charles Gruÿn, quien se habia enriquecido tanto como proveedor militar, que fue encarcelado antes de poder ocupar su nueva casa. El Conde de Lauzun la compraría posteriormente, dándole su nombre. Este personaje resultó ser el favorito de Luís XIV, y más tarde el amante de la duquesa de Montpensier, prima del rey. Baudelaire se hospedó en ella durante un tiempo, y frecuentó durante la década de 1840, el famoso "Club de los Haschichi", creado por Broissard, y entre los que disfrutaban de sus paraisos artificiales estaban Dumas, Delacroix y otros muchos. El exterior no puede ser más sobrio; por el contrario el lujo y la riqueza de su decoración interior lo convierten en uno de los edificios más elegantes del siglo XVII. Para visita virtual aquí.
Lo mismo cabe decir del Hôtel Lambert, en el número 1, construido en 1642 por el presidente Lambert, y donde Voltaire, y después Rousseau cortejaron a las sucesivas señoras de la casa, Madame Dupin el primero, y la Marquesa du Châtelet el segundo. De 1842 a 1976, este lujoso palacete perteneció a la familia del prícipe Adam Czartoryski y fue el centro de reunión de la bohemia polaca. Las pinturas de la Galería de Hércules, el Salón del Amor y el Gabinete de las Musas han llegado hasta nuestros días gracias a los grabados de Bernard Picart. La noche del 9 al 10 de julio del año 2013 el hotel sufrió un incendio,y esto es lo que se perdió en el: el Cabinet des Bains. El edificio siempre ha sido para uso privado, primero de la familia Rothschild y actualmene pertenece al hermano del emir de Qatar. Hay mucha polémica sobre el incendio, y sobre si un edificio con tanta historia debería pertenecer o no a los Monumentos de Francia, el problema que no hay dinero para adquirir edificios como éstos. En este blog podéis verlo por dentro y todo lo que alberga.
La arquitectura del siglo XVII mantiene todavía su fría dignidad aristocrática. Aparte de la nobleza, Baudelaire, Theophile Gautier, filósofos como Voltaire, Rousseau y hombres de estado como Georges Pompidou, Marie Curie, el cantante Georges Moustaki, han sido vecinos de esta zona.
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