El Castillo de Angers es una fortaleza medieval, con enormes torres de tambor (tiene 17) y una impresionante muralla que se construyó en el lugar que antes ocupaba el castillo del Conde de Foulques Nerra entre 1228 y 1240. Pero fue la madre de Luís IX, doña Blanca de Castilla la que ordeno la construcción del actual castillo. Con 650 metros de perímetro, un foso seco de 11 metros de profundidad y 30 metros de ancho, ahora ocupado por un florido jardín. Las torres alcanzan los 40 metros de altura, y todas perdieron el típico remate apuntado, se acortaron como táctica dilatoria, siguiendo las órdenes reales de demolerlas por completo en el siglo XVI. Para entrar al castillo debemos hacerlo a través del puente levadizo, por la Porte de la Ville. Una vez dentro nos encontramos con unos jardines ornamentales que decoran el gran patio, y el Oratorio Ducal, que se asoma a la Chapelle St-Geneviève.
Cuenta con una chimenea, y está decorada con estatuas de los anteriores propietarios del castillo. Este oratorio lo usaban el duque y sus familiares más allegados. Al lado del oratorio está el Logis Royal, donde se encuentran los hermosos tapices Mille Fleurs. Si dejamos el oratorio detrás nuestro veremos el Châtelet, construido en 1450 por René I, aún conserva sus torres cilíndricas, es la puerta de entrada a la residencia señorial. El 10 de enero de 2009 se declaró un incendio en el Logis Real, durante tres años el edifico ha estado lleno de andamios y obreros, la reconstrucción se ha hecho gracias a donaciones y ha costado 7 millones de euros, y todo por un fallo eléctrico en un interruptor. El problema fue de los bomberos para acceder al incendio, pues el acceso se debía hacer a través de la entrada del puente levadizo.
Cuenta con una chimenea, y está decorada con estatuas de los anteriores propietarios del castillo. Este oratorio lo usaban el duque y sus familiares más allegados. Al lado del oratorio está el Logis Royal, donde se encuentran los hermosos tapices Mille Fleurs. Si dejamos el oratorio detrás nuestro veremos el Châtelet, construido en 1450 por René I, aún conserva sus torres cilíndricas, es la puerta de entrada a la residencia señorial. El 10 de enero de 2009 se declaró un incendio en el Logis Real, durante tres años el edifico ha estado lleno de andamios y obreros, la reconstrucción se ha hecho gracias a donaciones y ha costado 7 millones de euros, y todo por un fallo eléctrico en un interruptor. El problema fue de los bomberos para acceder al incendio, pues el acceso se debía hacer a través de la entrada del puente levadizo.
La torre que hay en la esquina de nuestra derecha, tal y como la vemos antes de entrar al recinto es la llamada Tour du Moulin, porque en ella había un molino de viento, desde ella hay unas vistas magníficas de la ciudad.
Durante los siglos XIV y XV el castillo fue la residencia de los duques de Anjou, aunque durante siete siglo la fortaleza se ha utilizado como lugar de encierro, según Luís XIV está considerado como una verdadera la Bastilla. Se ha estado utilizando como cárcel provincial hasta el año 1856, después pasó a ser un cuartel durante la primera mitad del siglo XX, hasta que se abrió al público como monumento nacional. Durante el tiempo que fue prisión, entre sus reos estuvo Nicolás Fouquet, capturado por el teniente mosquetero D'artagnan, quien sirvió de inspiración a Alexandre Dumas en su novela "Los tres mosqueteros"..
Luís de Anjou era el hermano de Carlos V de Francia, y fue él el que encargó a Jean de Brugges (pintor del rey) que diseñara los cartones para realizar un tapiz de más de 100 metros de largo, se lo conoce como el Tapiz del Apocalipsis (Teinture de l'Apocalypse) y representa el último capítulo de la Biblia, el Apocalipsis en 70 cuadros.
Data de 1382 y hasta el día de hoy es el tapiz medieval más grande del mundo. Este gran tapiz estuvo a punto de desaparecer cuando allá por el siglo XVIII, los canónigos de la catedral decidieron ponerlo a la venta porque lo consideraban demodé, vamos que había pasado de moda, la suerte que se tuvo es que a nadie le interesó, así que decidieron trocearlo y dividirlo. Algunos trozos se utilizaron en las cuadras, otros como alfombras. Por suerte un cura con más sentido común se dio cuenta de la barbaridad y empezó a recuperar los trozos de tapices, consiguió reunirlos casi todos. Gracias a una magnífica restauración podemos contemplarlo en la actualidad, eso sí, si os fijáis podréis ver y contar los casi doscientos trozos que se hicieron.
Después de visitar el castillo podemos dar una vuelta por la ciudad de Angers, lo primero sería visitar la catedral de Saint-Maurice, de estilo gótico angevino y que cuenta con unas magníficas vidrieras de los siglos XII y XII. Está situada en la antigua ciudad Galo-romana, es la sede del obispado de Angers desde el siglo IV, es decir que ya tiene unos años. La primera mención que hay de ella se remonta al año 470 después de que la ciudad sufriera un incendio provocado por los Francos. Es un edificio de proporciones modestas para ser una catedral, si la comparamos con todas las que existen por Francia.
Detrás de la catedral, está la Maison d'Adam, una espléndida mansión con el típico entramado de madera. Data del siglo XVI, lo que más llama la atención son los personajes de madera tallados que adornan la fachada. Está en uno de los ejes comerciales más antiguos de la ciudad. No es la única casa de "pan-de-bois" que quedan en la ciudad, hay una cuarentena de ellas. Destaca de entre todas por su imponente tamaño, su compleja estructura y la decoración enigmática que tiene la han convertido en una de las obras más notables de la carpintería de la Baja Edad Media de Francia. El nombre le viene de las figuras talladas en madera de Adán y Eva que enmarcaban el "Árbol de la Vida" lo encontraréis en el poste de la esquina de la planta baja. Ya en los siglo XVII y XVIII se menciona en los documentos fiscales que se encuentran en la catedral. De entre las figuras que podemos encontrar está la Virgen y el ángel de la Anunciación, a San Miguel con su espada, a San Jorge matando al Dragón, a Sansón matando al león, a una pareja de enamorados, unos flautistas, además de figuras mitológicas como centauros, quimeras, grifos... eso sin olvidarnos de la más famosa de las figuras la del Pére Tricouillard (si os fijáis en la foto, ya sabréis el porqué). Ahora las vemos del color de la madera, pero en su momento eran puro colorido. El árbol de la vida tenía a cada lado a Adán y Eva, pero durante la Revolución Francesa los revolucionarios los destruyeron, lo mismo le pasó a la serpiente, suerte que dejaron el manzano.
Otro lugar interesante para visitar es la Abadía de Touissant, su origen tenía carácter asistencial, fundada antes del año 1047 por el canónigo Giraud. Era una limosnería fundada para apoyar a los más necesitados en caso de enfermedad y dotar de un lugar para enterrarlos a su muerte, es por ello que disponía de un oratorio y un cementerio. Poco después de su fundación el conde Godofredo II Martel la entregó a la abadía benedictina de la Trinité Vendôme que él mismo había fundado, con el visto bueno episcopal y el compromiso de continuar manteniendo su labor asistencial. A raíz de la Revolución Francesa, el lugar pasó a manos públicas y fue ocupado por instalaciones militares hasta su abandono. Actualmente acoge la sede de la Galería David d'Angers que se ha instalado sobre las ruinas del antiguo establecimiento monástico. En el siglo XIX la bóveda se derrumbó, y se reconstruyó en cristal, es por ello que podéis contemplar la diferencia entre lo antiguo y lo más nuevo. Por la nave y el crucero hay estatuas gigantes muchas son copias en yeso de obras que están en otros museos que el escultor donó a la ciudad de Angers. En el entresuelo encontramos numerosos medallones y bustos de hombres ilustres como Víctor Hugo, Balzac, Lamartine, Goethe...
Desde Angers podemos dirigirnos hacia Saumur donde llegaremos en menos de una hora.
Saumur se encuentra a orillas del río Loira, y es un pueblo encantador donde pasar la tarde, o el día, dependiendo del tiempo que se disponga. Situado en el corazón del viñedo angevino surge la ciudad medieval de Saumur, llamada la Perla de Anjou, pues su barrio histórico se despliega a lo largo del rio.
La visita del casco histórico de Saumur es interesante, podemos empezar la visita en la torre Grainetière, del siglo XV, donde se almacenaba el grano de todo el pueblo y se distribuia en caso de escasez. Entre 1664 y 1790, fue transformado en una prisión. De entre todas las casas y mansiones que hay en Saumur, hay que destacar la Casa del Rey, que fue el hogar de personajes famosos de la historia, en ella se alojaron Carlos VII, Ana de Austria y Luís XIV. En el barrio de Saint-Pierre-des-Marais, se encuentra la iglesia del mismo nombre, una muestra de la arquitectura gótica angevina. En la plaza podemos contemplar dos casas con el tipico entramado de madera que datan del siglo XVI, con unas magníficas puertas tachonadas con aldabas. Desde esta plaza podemos acceder al castillo, por la rue Mont du Fort, en una de las casas de madera, vivía el notario que inspiró a Balzac para crear su personaje de padre de Eugénie Grandet.
Lo que más llama la atención es el Château de Saumur, conocido también como el Castillo del Amor. Es uno de los más bonitos de la región del Loira. Como se puede apreciar era un castillo defensivo, que tras las reformas del siglo XIV se convirtió en un castillo de recreo. En el museo además de encontrar una de las colecciones de arte decorativas del país más bonitas, también alberga el museo ecuestre. El castillo de los duques de Anjou está rodeado de fortificaciones, y desde lo alto del castillo podremos divisar una de las mejores panorámicas de la ciudad y del Loira. El centro histórico invita a recorrerlo a través de sus callejuelas, de sus casas antiguas. En la plaza de Saint -Pierre encontraremos las típicas casas con entramado de madera, al lado de la iglesia que lleva el mismo nombre y que destaca por sus tapices. Otra iglesia que no hay que perderse es la iglesia románica de Nôtre-Dame-de-Nantilly, que también alberga una espléndida colección de tapices de los siglos XVI y XVII.
En el año 1203 Felipe Augusto se apoderó por fin de Saumur tras una larga lucha contra los Plantagenet (herederos del condado de Anjou). Algunos años después seria san Luis rey de Francia el que transformaría el castillo. Hizo rodear la torre maestra con 4 torres redondas que unió por cortinas (es decir los muros que daban al patio interior del castillo). En 1356, otro Luis, el segundo hijo de Juan el Bueno, recibe Anjou como infantado. Y se dispone a hacer reformas, utilizando los primeros niveles de la fortaleza de San Luis como cimientos del palacio-castillo, su intención era rivalizar en lujo con el resto de sus hermanos, Carlos V (rey de Francia), con Juan, duque de Berry y con Felipe, duque de Borgoña. Al final es la única construcción principesca edificada por los Valois en el siglo XIV que queda intacta.
No contentos con lo que había construido, el rey René mandó hacer cambios en la torre este. A su muerte el ducado de Anjou volvió a la Corona y se instaló en el castillo una guarnición real. En 1589, Enrique III, concede Saumur a los protestantes como plaza segura, empezaban las guerras entre católicos y protestantes. Pero nada más llegar el nuevo gobernador, Philippe Duplessis-Mornay, amigo y consejero de Enrique de Navarra (futuro Enrique IV, del que ya hemos hablado en posts anteriores) empieza a fortificarlo un poco más, pero tras su caída en desgracia con Luis XIII en 1621 empezará el declive del castillo.
Durante los siglos XVII y XVIII el castillo será utilizado como prisión, lo ocuparán presos en "lettre de cachet" y más tarde unos 1780 prisioneros de guerra, principalmente marineros británicos.
Después vino la Revolución Francesa, el castillo se salvó, aunque quedó en mal estado y Napoleón decidió que siguiera siendo una prisión estatal. Cuando Napoleón dejó el poder, el nuevo régimen decidió asignarlo al Ministerio de Guerra que lo convirtió en un depósito de armas y municiones. En 1889 la ciudad empezó a negociar para adquirir el castillo con el fin de instalar el museo municipal, al final lo lograron en 1906, ese mismo año comienza su restauración. En 1940 cuando ya casi se ha acabado la restauración, el castillo fue bombardeado sufriendo graves daños, que serán reparados años más tarde.
Data de 1382 y hasta el día de hoy es el tapiz medieval más grande del mundo. Este gran tapiz estuvo a punto de desaparecer cuando allá por el siglo XVIII, los canónigos de la catedral decidieron ponerlo a la venta porque lo consideraban demodé, vamos que había pasado de moda, la suerte que se tuvo es que a nadie le interesó, así que decidieron trocearlo y dividirlo. Algunos trozos se utilizaron en las cuadras, otros como alfombras. Por suerte un cura con más sentido común se dio cuenta de la barbaridad y empezó a recuperar los trozos de tapices, consiguió reunirlos casi todos. Gracias a una magnífica restauración podemos contemplarlo en la actualidad, eso sí, si os fijáis podréis ver y contar los casi doscientos trozos que se hicieron.
Después de visitar el castillo podemos dar una vuelta por la ciudad de Angers, lo primero sería visitar la catedral de Saint-Maurice, de estilo gótico angevino y que cuenta con unas magníficas vidrieras de los siglos XII y XII. Está situada en la antigua ciudad Galo-romana, es la sede del obispado de Angers desde el siglo IV, es decir que ya tiene unos años. La primera mención que hay de ella se remonta al año 470 después de que la ciudad sufriera un incendio provocado por los Francos. Es un edificio de proporciones modestas para ser una catedral, si la comparamos con todas las que existen por Francia.
Detrás de la catedral, está la Maison d'Adam, una espléndida mansión con el típico entramado de madera. Data del siglo XVI, lo que más llama la atención son los personajes de madera tallados que adornan la fachada. Está en uno de los ejes comerciales más antiguos de la ciudad. No es la única casa de "pan-de-bois" que quedan en la ciudad, hay una cuarentena de ellas. Destaca de entre todas por su imponente tamaño, su compleja estructura y la decoración enigmática que tiene la han convertido en una de las obras más notables de la carpintería de la Baja Edad Media de Francia. El nombre le viene de las figuras talladas en madera de Adán y Eva que enmarcaban el "Árbol de la Vida" lo encontraréis en el poste de la esquina de la planta baja. Ya en los siglo XVII y XVIII se menciona en los documentos fiscales que se encuentran en la catedral. De entre las figuras que podemos encontrar está la Virgen y el ángel de la Anunciación, a San Miguel con su espada, a San Jorge matando al Dragón, a Sansón matando al león, a una pareja de enamorados, unos flautistas, además de figuras mitológicas como centauros, quimeras, grifos... eso sin olvidarnos de la más famosa de las figuras la del Pére Tricouillard (si os fijáis en la foto, ya sabréis el porqué). Ahora las vemos del color de la madera, pero en su momento eran puro colorido. El árbol de la vida tenía a cada lado a Adán y Eva, pero durante la Revolución Francesa los revolucionarios los destruyeron, lo mismo le pasó a la serpiente, suerte que dejaron el manzano.
Otro lugar interesante para visitar es la Abadía de Touissant, su origen tenía carácter asistencial, fundada antes del año 1047 por el canónigo Giraud. Era una limosnería fundada para apoyar a los más necesitados en caso de enfermedad y dotar de un lugar para enterrarlos a su muerte, es por ello que disponía de un oratorio y un cementerio. Poco después de su fundación el conde Godofredo II Martel la entregó a la abadía benedictina de la Trinité Vendôme que él mismo había fundado, con el visto bueno episcopal y el compromiso de continuar manteniendo su labor asistencial. A raíz de la Revolución Francesa, el lugar pasó a manos públicas y fue ocupado por instalaciones militares hasta su abandono. Actualmente acoge la sede de la Galería David d'Angers que se ha instalado sobre las ruinas del antiguo establecimiento monástico. En el siglo XIX la bóveda se derrumbó, y se reconstruyó en cristal, es por ello que podéis contemplar la diferencia entre lo antiguo y lo más nuevo. Por la nave y el crucero hay estatuas gigantes muchas son copias en yeso de obras que están en otros museos que el escultor donó a la ciudad de Angers. En el entresuelo encontramos numerosos medallones y bustos de hombres ilustres como Víctor Hugo, Balzac, Lamartine, Goethe...
Desde Angers podemos dirigirnos hacia Saumur donde llegaremos en menos de una hora.
La visita del casco histórico de Saumur es interesante, podemos empezar la visita en la torre Grainetière, del siglo XV, donde se almacenaba el grano de todo el pueblo y se distribuia en caso de escasez. Entre 1664 y 1790, fue transformado en una prisión. De entre todas las casas y mansiones que hay en Saumur, hay que destacar la Casa del Rey, que fue el hogar de personajes famosos de la historia, en ella se alojaron Carlos VII, Ana de Austria y Luís XIV. En el barrio de Saint-Pierre-des-Marais, se encuentra la iglesia del mismo nombre, una muestra de la arquitectura gótica angevina. En la plaza podemos contemplar dos casas con el tipico entramado de madera que datan del siglo XVI, con unas magníficas puertas tachonadas con aldabas. Desde esta plaza podemos acceder al castillo, por la rue Mont du Fort, en una de las casas de madera, vivía el notario que inspiró a Balzac para crear su personaje de padre de Eugénie Grandet.
No contentos con lo que había construido, el rey René mandó hacer cambios en la torre este. A su muerte el ducado de Anjou volvió a la Corona y se instaló en el castillo una guarnición real. En 1589, Enrique III, concede Saumur a los protestantes como plaza segura, empezaban las guerras entre católicos y protestantes. Pero nada más llegar el nuevo gobernador, Philippe Duplessis-Mornay, amigo y consejero de Enrique de Navarra (futuro Enrique IV, del que ya hemos hablado en posts anteriores) empieza a fortificarlo un poco más, pero tras su caída en desgracia con Luis XIII en 1621 empezará el declive del castillo.
Durante los siglos XVII y XVIII el castillo será utilizado como prisión, lo ocuparán presos en "lettre de cachet" y más tarde unos 1780 prisioneros de guerra, principalmente marineros británicos.
Después vino la Revolución Francesa, el castillo se salvó, aunque quedó en mal estado y Napoleón decidió que siguiera siendo una prisión estatal. Cuando Napoleón dejó el poder, el nuevo régimen decidió asignarlo al Ministerio de Guerra que lo convirtió en un depósito de armas y municiones. En 1889 la ciudad empezó a negociar para adquirir el castillo con el fin de instalar el museo municipal, al final lo lograron en 1906, ese mismo año comienza su restauración. En 1940 cuando ya casi se ha acabado la restauración, el castillo fue bombardeado sufriendo graves daños, que serán reparados años más tarde.
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