Las Ramblas, año 0.

Hace tiempo que no publico nada, y no es por dejadez o que ya me he cansado, sino porque tengo muchos frentes abiertos en cuanto me organice seguiremos dando la vara.

Gracias a todos los que me habéis leído, me leéis o me llegaréis a leer en un futuro próximo. Sabéis que soy de Barcelona ciudad, y que esta semana ha sido muy dura para todos, para los de aquí, para los de fuera, para cristianos, para musulmanes, para todas las religiones... cualquier acto de terror es execrable. Hoy quiero hacer un pequeño homenaje a mis Ramblas, las Ramblas que yo conozco.

Y en la que llevo ya casi quince años ayudando a mi amiga Carmen que tiene una parada de flores, quince años disfrutando de la fiesta de Catalunya, SANT JORDI, la fiesta de los libros y de las rosas, de la gente, de la humanidad.

No os voy a negar que estos últimos años, muchos cuando íbamos, lo hacíamos con respeto y un poco de temor. Pensando que en un día tan señalado cualquier loco podría cometer una locura, pero eso no nos echaba atrás, si tiene que pasar pasará nos decíamos. Cuando volvíamos a casa respirábamos un poco más tranquilos

Es una gran desgracia lo que ha ocurrido, no lo niego, pero también hay desgracias como estas en otros países a las que no se les da tanta importancia, alguien sabe que Boko Haram utiliza a niñas y mujeres como bombas andantes?

Sí señores, eso sucede en Nigeria, país que me toca de refilón porque mi cuñado es originario de ese país. Donde dejó a su familia para buscarse una vida mejor en occidente, a pesar de que en Nigeria tenía su negocio de sastrería lo dejó todo para ayudar a su madre y hermanos. Por suerte se encontró con la nuestra y pasó a ser parte de ella, él y mi hermana nos han dado lo más bonito que tenemos, a mis sobrinos, una mezcla de café con leche que se consideran por encima de todo catalanes y que no entiende que ocurre.

El día antes de los atentados yo estaba por allí, comprando y paseando, como suelo hacer casi siempre. Quienes conocen o han paseado por ella saben del bullicio y el ruido que siempre suele haber en ella.

Al día siguiente ocurrió lo que ocurrió, y la verdad me quede tan nockeada por los sucedido que no fue hasta el domingo que decidimos llevar flores y unas velas para honrar a los que ya no están y a los heridos.

Lo que más me llamó la atención y me dejó helada es que mis Ramblas no eran las mismas, estaban silenciosas, sin su run run característico. Había un halo de respeto y humanidad que se palpaba en el ambiente, la gente dejando escritos, peluches, flores, velas, abrazándose...

Ayer viernes volví a la Rambla para ayudar a mi amiga, que estando de vacaciones y decidió volver a abrir la parada de flores para que la gente pudiera hacer sus ofrendas y mostrar su respeto a los que habían sufrido tanto. No creáis que era por negocio, sentía la necesidad de consolar a la gente, así que se estableció un precio único para todas las flores que teníamos y la verdad es que no dábamos a basto en vender flores y en dar abrazos, así como consolar a la gente que pasaba por ahí, no importaba ni la religión, ni la etnia, ni el color de la piel, parecía más que hiciésemos de psicólogos (sin serlo) que otra cosa.

Para poder hacer algo así se necesita corazón y empatía, mucha empatía con el otro y en las Ramblas apareció mágicamente. Sobre todo familias con niños que les pedían a sus padres poder poner una flor en los altares improvisados.

Estos niños son el futuro de una sociedad mejor, y esperemos que ellos sí lo consigan. De momento, muchos trabajaremos para dejarles un mundo mejor del que tenemos ahora.

Barcelona, T'estimo. Te quiero. I love u. Je t'aime. Eu quero te. Ich liebe dich. Ti amo...