Londres es una ciudad que enamora, con una vida cultural impresionante, cosmopolita y muy viva. Mi última visita ha sido en enero de este año, y no me voy a quejar del tiempo, para ser enero se puede decir que no hizo frío, y sólo nos llovió una mañana. Lo justo para tener que comprar un paraguas para tener de recuerdo...
Pero bueno, es Londres, no se puede pedir más. Para los que vayáis a visitar la ciudad, y teniendo en cuenta que es una ciudad cara, bueno "bastante cara"...lo mejor es moverse por la ciudad con las tarifas Off Pick, yo utilicé la Travelcard para poder coger todos los transportes que quisiera.
Un consejo, si compráis la Travelcard en las estaciones de tren podéis conseguir unos descuentos del 2x1 en atracciones como el London Eye, la Torre de Londres, el Tower Bridge... Antes del viaje y
Para obtener los descuentos 2x1 tan solo tenéis que presentar el descuento impreso (bono) y los billetes de transporte (uno por persona) emitidos por la compañía National Rail.
Podéis imprimir los descuentos desde Days Out Guide, la página creada por National Rail para este fin. Así con los billetes de transporte junto con los bonos os ahorráis una pasta, en atracciones, espectáculos y restaurantes.
Si queréis subir en uno de los antiguo autobuses de dos pisos, como el de la foto, os aconsejo que cojáis la linea 15, pues todas las otras líneas que circulan ya están habilitadas con los nuevos autobuses, más modernos y ecológicos. Además la linea 15 recorre la mayoría de los puntos de interés para el turista. La línea 9 también recorre los barrios más turísticos de la ciudad, así que ya sabéis si llueve a coger el bus, tener en cuenta que los asientos delanteros de la parte superior son los más solicitados tanto por visitantes como por autóctonos.
Otra cosa muy típica de Londres es el "afternoon tea", incluso hay una página web donde te indican los mejores lugares para disfrutarlo, www.afternoontea.co.uk/uk/london, y los precios de los mismos. Como podréis comprobar los precios son variados y dependen del bolsillo de cada uno, hay lugares emblemáticos como el Ritz, el Carlton, bien en casi todos los hoteles lo ofrecen... pero nosotros escogimos un lugar diferente, en Trafalgar Square, en una iglesia, bueno más bien en la cripta de Saint-Martin-in-the-Fields. Una vez dentro de la cripta a la que se accede por la iglesia o por el exterior mediante ascensor, nos espera unos hermosos techos del siglo XVIII abovedados con ladrillo a la vista, lápidas históricas debajo de sus pies y una deliciosa comida casera para deleitar el estómago. Y si encima te gusta el Jazz, los miércoles por la noche no te los puedes perder.
Hacia 1222 en esta zona ya había una pequeña capilla para uso de los monjes de Westminster, y que posteriormente dio paso a una iglesia parroquial por orden de Enrique VIII para que se celebraran allí lo funerales de los vasallos del rey, al que no gustaba de ver pasar los sepelios funerarios cerca de Whitehall. En 1721 la iglesia fue derribada, y el actual edificio fue erigido en su lugar. Fue construido por Gibbs , el arquitecto de la Biblioteca Radcliffe en Oxford, y costó cerca de 60.000 libras esterlinas. George I. tomó un gran interés en la construcción de la iglesia, y se dice que quedó tan encantado cuando se terminó, que dio 100 libras para que fueran distribuidas entre los trabajadores empleados en la obra, y 1500 más para la compra de un órgano.
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