Map of Le Cinque Terre © 2003 by James Martin, licensed to About |
Si estáis por Italia, más concretamente por la zona de Génova, Pisa o Florencia, y estáis cansados de tanto monumento, podéis hacer una escapadita de desconexión a las "Cinque Terre". En la Ribera de la Ligúria encontraremos cinco pueblos que parecen colocados estratégicamente en los acantilados de la costa. El Parque Nacional de las Cinque Terre, catalogado como Patrimonio de la Humanidad, es un lugar espléndido para hacer senderismo, y no es necesario estar muy en forma, sólo que os guste andar.
La visita de estos cinco pueblos se puede hacer andando o en tren. Si estáis en Génova se puede coger un tren que te lleve a la zona de la Ribera de la Ligúria, que es donde se ubican estos cinco pueblos. En un día puedes visitar los diferentes pueblos empezando pronto, y yendo en tren, cada pueblo dista el uno del otro entre unos 5 o 10 minutos en tren, andando ya es otra cosa, pues los pueblos están entre acantilados, con subidas y bajadas, los recorridos no son muy largos entre los 1,5 km y los 4 km, pero si que hay que estar un poco en forma y bien calzado, y el tiempo que te puede llevar depende del ritmo que lleves, entre hora y media a dos horas...cada recorrido...
Si se va desde Génova lo mejor es bajar en Monterosso al Mare, el pueblo que está más al norte. Es el único donde te puedes bañar tranquilamente en la playa...
Cerca del pequeño puerto, en cuanto se acaba la playa de Fegina se encuentran los restos de una escultura característica de 14 metros de alto y con un peso de 1700 quintales, realizada por Arrigo Minerbi y el ingeniero Levacher en el año 1910. En sus orígenes representaba a Neptuno, dios del Mar, y la enorme concha que sujetaba con la mano era la pista de baile de la villa de la familia Pastine, y que formaba parte de la terraza de la casa. Los bombardeos de la II Guerra Mundial destruyeron la villa, el gigante apenas se mantenía en pié cuando una marejada de 1966 la afecto de pleno e hizo que años después fuera restaurada parcialmente, pues nunca se tuvo la intención de reconstruirla.
El primer sendero va de Monterosso a Vernazza, tiene una distancia de 3,5 km y se puede hacer en una hora y media. El sendero empieza en la calle peatonal que conduce a la Roca Porto Hotel. Lo primero que nos encontramos es una escalera que nos llevará por una larga travesía llena de viñedos y huertos de cítricos. Poco después el sendero se hace llano, aunque en algunas partes es muy estrecho y no tiene protección en el lado que da al mar. Las vistas son magníficas y la vegetación es muy variada, robles, brezos, enebro...
Vernazza es el que mantiene con más fidelidad la estructura de un pueblo medieval, con calles estrechas, mágicas y misteriosas que discurren entre las casas multicolores pintadas de rosa, rojo, azul, amarillo...ahora estas calles están llenas de turistas de todo el mundo pues es uno de los cien pueblos más bellos de Italia. El 25 de Octubre de 2011 el pueblo fue devastado por una tormenta sin precedentes que asoló el territorio con un tornado y 542 mm (21 pulgadas) de lluvia, un tercio de la precipitación de un año normal.
Como resultado, las inundaciones masivas y deslizamientos de tierra enterraron el pueblo en 4 metros de lodo y escombros, tres personas murieron y causaron más de 100 millones de euros en daños y perjuicios, incluyendo la completa destrucción de viviendas, las infraestructuras, las empresas y el territorio circundante. Los habitantes del pueblo se unieron y crearon http://savevernazza.com
Una página web donde informan de los trabajos de reconstrucción, recaudan donaciones e intentan que el turismo que recibe el pueblo sea sostenible, iluminaciones led para ensalzar la belleza del pueblo a cargo de Renzo Piano, una pavimentación que permita el drenaje de la lluvia... para todos aquellos que quieran hacer una donación y quieran dejar su nombre para la posteridad en un árbol, o en un banco de la plaza hay que contactar con ruthmanfredi@savevernazza.com.
Si subimos a la primera torre de vigilancia podremos divisar el camino que nos lleva al siguiente pueblo, a Corniglia. Pasaremos la segunda torre fortificada y empezaremos a subir hasta la Punta de Palma, con un desnivel de 208 metros sobre el nivel del mar. El camino continúa con una sucesión de subidas y bajadas, que no son difíciles de sortear, y con unas vistas espectaculares de la playa de Guvano, atravesaremos campos de cultivo de olivares, limoneros y viñedos, siguiendo el camino llegaremos a una suave pendiente que nos llevará a la ciudad de Corniglia, la más pequeña de las cinco villas y situada en un pequeño cabo a 100 metros sobre el nivel del mar. Corniglia es la única que no tiene playa.
Para seguir al siguiente pueblo primero debemos bajar las escaleras que tienen nombre propio, la Lardarina, compuesta por 33 tramos y un total de 377 escalones y dirigirnos a la estación de tren y continuar el camino siguiendo las líneas del ferrocarril. El camino sigue todo plano y llega a los bungalows de Europa Holliday Village, después de un chapuzón en la playa hay que seguir por el camino del cementerio y se llega a la zona de picnic desde dónde se tiene una vista maravillosa de las casas y del puerto de Manarola. La dificultad del tramo es mínima, tan sólo son 1,5 km y se puede hacer en 30 minutos.
El camino más famoso de todos es la "Vía dell'Amore", o sea la vía del amor, que comienza en la estación de tren de Manarola por unas escaleras. Este tramo está excavado en la roca y su historia está conectada a la construcción de la línea de ferrocarril entre Génova y La Spezia (1926-1928), con el fin de construir un túnel entre Manarola y Riomaggiore dos caminos dominando las rocas eran necesarios para que fueran utilizados por los trabajadores del ferrocarril para poder desplazarse entre los dos pueblos. Hoy en día es un agradable y romántico paseo para todo el mundo, pues es uno de los tramos más fáciles de hacer, con apenas 1,5 km, llenos de turistas en verano que se paran en el Bar del Amor para refrescarse, y tomar unas fotos desde el impresionante balcón que da al mar. Este bar era el polvorín donde los trabajadores del ferrocarril decidieron guardar la pólvora para las excavaciones en la roca, a medio camino de los dos pueblos. Como los pueblos de esta región siempre estaban muy aislados, los aldeanos rara vez se casaban con alguien de fuera de su ciudad. A raíz de este sendero las cosas cambiaron, pues se convirtió en el punto de encuentro entre jóvenes parejas de enamorados de los diferentes pueblos, un anónimo muy avispado lo bautizó como "Viaeu de l'Amùu" en dialecto ligure o Vía dell'Amore en italiano. Bajo el túnel en el lado que corresponde a Manarola hay la tradición de dejar un candado atado con el nombre de los enamorados que hacen la vía... vamos que ya sabemos de donde sacó la idea Federico Moccia...
Y por último Riomaggiore, atrapado entre dos colinas con escarpadas terrazas que descienden hacia el mar, en impresionantes acantilados. Todas las casas, construidas en vertical, tienen dos entradas, una en la parte delantera en el nivel de la calle y otra en la parte trasera de la calle superior, una estructura que en 1500 garantizaba una vía de escape en caso de ser atacados por piratas o sarracenos.
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