Según cuentan los historiadores el cementerio era conocido como les Champeaux (pequeños campos), y se encontraba justo en lo que ahora sería la Plaza Joachim-du-Belay en el distrito de Les Halles.
Durante unas excavaciones de los años 70 se encontraron algunos sarcófagos de yeso de la época Merovingia, e incluía un lugar de culto que acabaría destruido cuando los normandos en el siglo IX hicieron sus incursiones en la ciudad. Por aquel entonces este lugar se encontraba a las afueras de la ciudad recordemos que el centro se encontraba en la orilla izquierda del Sena y la Île-de-la-Cité.
Bajo el reinado de Felipe II el cementerio fue ampliado y lo rodearon con un muro de tres metros de alto, en su inicio como cementerio se enterraba a los difuntos mediante sepulturas individuales, pero cuando llegaron las epidemias y las grandes enfermedades pasaron a enterrar en masa. Podían llegar a colocar a 1500 difuntos en una misma fosa, y hasta que no estaba llena, no se habría una nueva para alojar a otros 1500 más.