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domingo, 24 de julio de 2016

De cuando el Trastevere de Roma se encontraba poblado de torres medievales...


Nuestro paseo de hoy es por uno de los barrios más emblemáticos de Roma, el Trastevere. Pero en nuestro paseo nos fijaremos más bien en las torres medievales que lo poblaban. Actualmente quedan pocas, pero debemos imaginarnos que estamos en la Edad Media, no será muy difícil, pues las callejas y callejuelas que llenan el Trastevere ya nos pueden dar una idea de cómo debía ser.


Hoy en día es difícil de creer, pero en la Edad Media en Roma se contaron hasta trescientas torres, habían torres de iglesias, las torres de la muralla Aureliana, torres en edificios privados... lo que daba a la ciudad un aspecto verticalizado, y espinoso. 
Según un parágrafo de una guía medieval para peregrinos en Roma, escrita por el Maestro Gregorio la "Magistri Gregori Narratio de Mirabilibus Urbis Romae" está formada por libros o pergaminos en los que se da noticia de los lugares de interés de la ciudad de Roma, era una manera de ayudar a los peregrinos para que los pudiesen encontrar y visitar, de esta manera no se olvidaban de ningún monumento importante o iglesia durante su visita. 

En un principio eran simples enumeraciones, como una especie de catálogo de las sepulturas más veneradas, luego la cosa se fue complicando, se fueron agregando datos ya fueran reales o fabulosos sobre los lugares de culto y también sobre los monumentos paganos.


domingo, 3 de julio de 2016

De como una casita de campo romana, acabó siendo la Villa Médicis, la Academia de Francia en Roma.



A pesar de estar casi en el centro de la actual Roma. La Colina del Pincio antiguamente no formaba parte de las siete colinas de Roma, pues se encontraba fuera del “pomoerium”, es decir fuera del recinto sagrado de la Roma antigua. En cambio se encuentra en lo que sería el interior del perímetro de las murallas Aurelianas construidas entre los años 270 y 273 d C.   

En el lugar que hoy se encuentra la Villa Medicis, Lucius Lucinius Lucullus decidió instalar unos jardines y una villa romana, estamos al final del periodo republicano. Entre el año 66 y 63 antes de Cristo. En esta villa y según cuenta Plutarco, Lucius recibió a Cicerón y a Pompeya.

Años más tarde Valerius Asiaticus se convirtió en su nuevo propietario e hizo construir durante el reinado de Claudio un gran jardín en terrazas, con un gran templo semi circular que estaba situado en el lugar que ocupa la iglesia de la Trinidad del Monte, este templo estaba dedicado a la diosa Fortuna. 

Messalina, la esposa de Claudio se fijó en la villa y sus maravillosos jardines, así que decidió que debían ser suyos. Para ello acusó a Valerius Asiaticus ante el César, su esposo, mediante falacias injustas. Ante tales acusaciones ante el César, el pobre Valerius acabó suicidándose en los mismos jardines, cortándose las venas. Messalina consiguió sus propósitos, la Villa era suya, lo que no sabía es que algunos años más tarde ella también acabaría muriendo en esos mismos jardines, bajo las armas de los soldados que envió su marido.

La villa de Lucullus acabó siendo propiedad imperial hasta la época de Trajano. Durante este tiempo fue ocupada por la familia patricia de los Acilii, que más tarde la cederían a los Pincii, éstos últimos serán los que darán el nombre actual a la colina. La colina del Pincio.