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miércoles, 29 de abril de 2015

La Abadía de Fontevraud, un complejo monástico mixto, donde mandaban las Abadesas.


"Fontevraud3" by Pierre Mairé, PixAile.com - www.pixAile.com. Licensed under CC BY 2.5 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fontevraud3.jpg#/media/File:Fontevraud3.jpg
Para ir de Saumur hacia la Abadía de Fontevraud y al Château de Montserau, podemos ir por la carretera D952, no os esperéis una gran carretera, más bien es una comarcal, pero lo bueno que tiene es su tranquilidad y las vistas sobre el Loira. Cuando llegáis al desvió indicado, tenéis que cruzar el río por el puente de hierro, al cruzarlo se aprecia la amplitud del mismo, creo que es uno de los más largos que he cruzado. Una vez cruzado en la rotonda mismo en la que hay que girar a la izquierda, se ven unas grutas excavadas en las rocas, y en las que cultivan setas, concretamente champiñones, ésta en concreto es Le Saut aux Loups es un museo, restaurante y tienda donde venden las setas que cultivan.

La zona del Loira posee en su subsuelo y en sus montañas una toba calcárea, que durante siglos ha sido utilizada para construir los numerosos castillos del Valle del Loira, es decir que toda la belleza que vemos es gracias a esta piedra delicada. Poco a poco, las cuevas o canteras de donde se sacaba dicha piedra se fueron convirtiendo en viviendas, se las conoce como las Maisons Troglodytes, hay un cálculo aproximado de que hay excavados unos 1.500 kilómetros de galerías subterráneas por toda la región. Algunas de ellas están excavadas en cortes verticales, otras están excavadas en terreno llano, a ras de suelo.
Algunas de estas excavaciones se han renovado y utilizado como hoteles Troglo, otros como restaurantes, museos, galerías de arte, bodegas, para el cultivo de setas, de caracoles e incluso de gusanos de seda. También hay una discoteca, y una destilería de agua de rosas.

Uno de estos hoteles en las rocas es Les Hautes Roches, a unos 8 km de Tours, alojarse en el debe ser toda una experiencia, pertenece a los Relais Chateaux franceses, que tal vez equivaldrían en España a Paradores Nacionales. La curiosidad es que antes de que se convirtiera en hotel, en estas cuevas se escondieron los monjes de la Abadía de Marmoutier, durante el periodo de guerras de religión del siglo XVI.

En la zona donde nos encontramos está Le Demeure de la Vignole, un cuatro estrellas que según su página web pinta pero que muy bien, y si lo buscáis en Facebook veréis las fotos y opiniones del mismo, también está valorado por TripAdvisor.


"Cloitre grand moutier small" by Berrucomons - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cloitre_grand_moutier_small.jpg#/media/File:Cloitre_grand_moutier_small.jpg
Seguimos por la carretera D947 hacia la Abadía de Fontevraud. Fontevraud es una de las fundaciones monásticas que puso en marcha Robert de Arbrissel.
Fundada a principios del siglo XII y transformada parcialmente durante el Antiguo Régimen, la Abadía de Fontevraud es la ciudad monástica más extensa de Europa que se conserva como tal. Entre 1115 y 1792 son 36 las abadesas, generalmente de sangre real, las que se suceden encabezando una orden monástica compuesta por hombres y mujeres.
Robert ya había fundado con anterioridad el Monasterio de la Röe, sometido a la Regla de San Agustín, más tarde reunió a un grupo de seguidores que se asentaron allá por el año 1100 cerca de Saumur. Allí se formó el monasterio y la orden de Fontevraud, lo curioso de todo es que albergaba una comunidad femenina y otra masculina. Robert de Arbrissel continuó con su labor evangelizadora y dejó al mando a una priora, Hersenda de Champagne. Esta orden se caracteriza por la coexistencia de comunidades dobles en sus monasterios, era una regla propia que se adaptó de la de San Benito. En 1106 la Santa Sede aprobó la nueva regla, y les otorgó el beneficio de la exención. En 1115    se convertiría en la primera abadesa de Fontevraud, poco antes de la muerte de su fundador. La particularidad del monasterio y de sus prioratos era que estaban dirigidos por una abadesa, a la que también debían someterse la comunidad masculina que formaba parte del mismo, aunque con dependencias propias. Las comunidades masculinas se dedicaban al trabajo manual, y a la asistencia religiosa de las monjas (no seáis mal pensados!).


"Fontevraud11" by Manfred Heyde - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fontevraud11.jpg#/media/File:Fontevraud11.jpg
En un primer momento el monasterio estaba formado por cabañas rudimentarias, pero pronto dispuso de una organización compleja formada por el "Grand-Moutier" para la comunidad femenina, un segundo monasterio el de Saint-Jean de l'Habit, para la comunidad masculina, también había una casa para acoger a "arrepentidas" la Sainte-Marie-Madeleine, y por último una leprosería la de Saint-Lazare.
La iglesia del monasterio empezó a levantarse gracias al apoyo económico de la casa condal de Anjou, el papa Calixto II consagró su altar en 1119, más tarde se construiría la nave cubierta con sus cúpulas. Después de una época de decadencia a causa de la guerra de los Cien Años, la orden se reformó con una nueva regla y se reorganizaron sus casas. A lo largo de los años todo el conjunto fue sufriendo modificaciones más o menos de importancia, durante la Revolución Francesa resultó dañado, por suerte se restauró. Esta iglesia fue también el panteón de la dinastía Plantagenet y aún conserva los sepulcros de Enrique II, de su esposa Leonor de Aquitania, y de su hijo Ricardo Corazón de León. También se encuentra enterrada Isabel de Angulema, esposa de Juan sin Tierra.
En 1804 Napoleón transformó la Abadía Real en prisión y que se mantuvo hasta 1963. Tenía capacidad para unos 2.000 presos, y era considerada como una de las cárceles más duras de toda Francia. Durante la II Guerra Mundial varios miembros de la Resistencia fueron encarcelados en ella, diez de ellos fueron fusilados en el acto, otros deportados. A partir de 1975 empezó su restauración para convertirla en lo que es ahora.

Durante la visita no nos podemos dejar las tumbas yacentes todas policromadas de los reyes de la Casa Plantagenet, o la cocina románica octogonal, que es única en Francia, o la Sala Capitular con su frescos del siglo XVI.

Volviendo atrás por la carretera que hemos venido, llegaremos al pueblo de Montserau, uno de los pueblos más bonitos de Francia, con su castillo que se asoma al río, las casas de toba, las callejuelas llenas de flores, las casas excavadas en la roca, los viñedos que lo rodean... Hay que ir el segundo domingo de cada mes, pues en los muelles se celebra el mercadillo "Puces de Montsereau".

Por LPLT (Trabajo propio) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0) undefined GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html)], undefined
El castillo de Montsereau está situado casi encima de dos ríos, en la confluencia del Loira y la Vienne. Es un castillo que en sus inicios era defensivo y posteriormente acabó siendo un castillo residencial. Es famoso gracias a Alejandro Dumas, que se inspiró en el para su obra "La Dama de Montserau", más bien se inspiró en Jean de Chambes, delegado del rey para ejecutar en nombre del rey la matanza del día de San Bartolomé, cuando millares de hugonotes o calvinistas fueron ejecutados a lo largo de todo el país por órdenes reales, era el inicio de las guerras de religión. Parece ser que al caballero en cuestión le gustó el tema de asesinar a la gente, pues años más tarde cuando descubrió que su esposa Françoise de Meridor, tenía como amante a Bussy D'Amboise, no dudó en matarlo. Está historia es la que inspiró a Dumas para escribir el libro, eso sí a la protagonista le puso el nombre Diana de Meridor, ahora es esta dama la que nos acoge en el castillo y nos lo muestra gracias a una exposición interactiva.



Actualmente en la blogosfera hay 
otra Diana de Meridor, que tiene un blog maravilloso que nos explica todo lo referente a la corte francesa, a sus anécdotas, sus líos amorosos, sus entresijos... es autora del libro La corte del diablo. Recién sacado del horno como quien dice! Aún no he podido leérmelo, pero en su blog ha puesto pequeños trozos y la verdad es que tiene buena pinta.
También hay una mini serie francesa basada en la obra de A. Dumas y realizada por France 2 y protagonizada por una catalana, Esther Nubiola.



miércoles, 22 de abril de 2015

Angers, su castillo, su casco histórico y un tapiz troceado que intentaron revender.

"Angers Maine panorama" by Pymouss44. Licensed under CC BY 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Angers_Maine_panorama.jpg#/media/File:Angers_Maine_panorama.jpg

El Castillo de Angers es una fortaleza medieval, con enormes torres de tambor (tiene 17) y una impresionante muralla que se construyó en el lugar que antes ocupaba el castillo del Conde de Foulques Nerra entre 1228 y 1240.  Pero fue la madre de Luís IX, doña Blanca de Castilla la que ordeno la construcción del actual castillo. Con 650 metros de perímetro, un foso seco de 11 metros de profundidad y 30 metros de ancho, ahora ocupado por un florido jardín. Las torres alcanzan los 40 metros de altura, y todas perdieron el típico remate apuntado, se acortaron como táctica dilatoria, siguiendo las órdenes reales de demolerlas por completo en el siglo XVI. Para entrar al castillo debemos hacerlo a través del puente levadizo, por la Porte de la Ville. Una vez dentro nos encontramos con unos jardines ornamentales que decoran el gran patio, y el Oratorio Ducal, que se asoma a la Chapelle St-Geneviève.
«Loire Maine Angers2 tango7174» de Tango7174 - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia GFDL vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Loire_Maine_Angers2_tango7174.jpg#/media/File:Loire_Maine_Angers2_tango7174.jpgCuenta con una chimenea, y está decorada con estatuas de los anteriores propietarios del castillo. Este oratorio lo usaban el duque y sus familiares más allegados. Al lado del oratorio está el Logis Royal, donde se encuentran los hermosos tapices Mille Fleurs. Si dejamos el oratorio detrás nuestro veremos el Châtelet, construido en 1450 por René I, aún conserva sus torres cilíndricas, es la puerta de entrada a la residencia señorial. El 10 de enero de 2009 se declaró un incendio en el Logis Real, durante tres años el edifico ha estado lleno de andamios y obreros, la reconstrucción se ha hecho gracias a donaciones y ha costado 7 millones de euros, y todo por un fallo eléctrico en un interruptor. El problema fue de los bomberos para acceder al incendio, pues el acceso se debía hacer a través de la entrada del puente levadizo.
« Chateau angers tour rempart » par Romainberth — Travail personnel. Sous licence CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chateau_angers_tour_rempart.jpg#/media/File:Chateau_angers_tour_rempart.jpg
La torre que hay en la esquina de nuestra derecha, tal y como la vemos antes de entrar al recinto es la llamada Tour du Moulin, porque en ella había un molino de viento, desde ella hay unas vistas magníficas de la ciudad.
Durante los siglos XIV y XV el castillo fue la residencia de los duques de Anjou, aunque durante siete siglo la fortaleza se ha utilizado como lugar de encierro, según Luís XIV está considerado como una verdadera la Bastilla. Se ha estado utilizando como cárcel provincial hasta el año 1856, después pasó a ser un cuartel durante la primera mitad del siglo XX, hasta que se abrió al público como monumento nacional. Durante el tiempo que fue prisión, entre sus reos estuvo Nicolás Fouquet, capturado por el teniente mosquetero D'artagnan, quien sirvió de inspiración a Alexandre Dumas en su novela "Los tres mosqueteros"..

Luís de Anjou era el hermano de Carlos V de Francia, y fue él el que encargó a Jean de Brugges (pintor del rey) que diseñara los cartones para realizar un tapiz de más de 100 metros de largo, se lo conoce como el Tapiz del Apocalipsis (Teinture de l'Apocalypse) y representa el último capítulo de la Biblia, el Apocalipsis en 70 cuadros.
« Tapisserie de l'apocalypse » par Kimon Berlin, user:Gribeco — Travail personnel. Sous licence CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tapisserie_de_l%27apocalypse.jpg#/media/File:Tapisserie_de_l%27apocalypse.jpg
Data de 1382 y hasta el día de hoy es el tapiz medieval más grande del mundo. Este gran tapiz estuvo a punto de desaparecer cuando allá por el siglo XVIII, los canónigos de la catedral decidieron ponerlo a la venta porque lo consideraban demodé, vamos que había pasado de moda, la suerte que se tuvo es que a nadie le interesó, así que decidieron trocearlo y dividirlo. Algunos trozos se utilizaron en las cuadras, otros como alfombras. Por suerte un cura con más sentido común se dio cuenta de la barbaridad y empezó a recuperar los trozos de tapices, consiguió reunirlos casi todos. Gracias a una magnífica restauración podemos contemplarlo en la actualidad, eso sí, si os fijáis podréis ver y contar los casi doscientos trozos que se hicieron.
"Cathedrale saint maurice angers proche" by Romainberth - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cathedrale_saint_maurice_angers_proche.jpg#/media/File:Cathedrale_saint_maurice_angers_proche.jpgDespués de visitar el castillo podemos dar una vuelta por la ciudad de Angers, lo primero sería visitar la catedral de Saint-Maurice, de estilo gótico angevino y que cuenta con unas magníficas vidrieras de los siglos XII y XII. Está situada en la antigua ciudad Galo-romana, es la sede del obispado de Angers desde el siglo IV, es decir que ya tiene unos años. La primera mención que hay de ella se remonta al año 470 después de que la ciudad sufriera un incendio provocado por los Francos. Es un edificio de proporciones modestas para ser una catedral, si la comparamos con todas las que existen por Francia.
"Maison Adam Angers" by Coyau / Wikimedia Commons. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Maison_Adam_Angers.jpg#/media/File:Maison_Adam_Angers.jpg
Detrás de la catedral, está la Maison d'Adam, una espléndida mansión con el típico entramado de madera. Data del siglo XVI, lo que más llama la atención son los personajes de madera tallados que adornan la fachada. Está en uno de los ejes comerciales más antiguos de la ciudad. No es la única casa de "pan-de-bois" que quedan en la ciudad, hay una cuarentena de ellas. Destaca de entre todas por su imponente tamaño, su compleja estructura y la decoración enigmática que tiene la han convertido en una de las obras más notables de la carpintería de la Baja Edad Media de Francia. El nombre le viene de las figuras talladas en madera de Adán y Eva que enmarcaban el "Árbol de la Vida" lo encontraréis en el poste de la esquina de la planta baja.  Ya en los siglo XVII y XVIII se menciona en los documentos fiscales que se encuentran en la catedral. De entre las figuras que podemos encontrar está la Virgen y el ángel de la Anunciación, a San Miguel con su espada, a San Jorge matando al Dragón, a Sansón matando al león, a una pareja de enamorados, unos flautistas, además de figuras mitológicas como centauros, quimeras, grifos... eso sin olvidarnos de la más famosa de las figuras la del Pére Tricouillard (si os fijáis en la foto, ya sabréis el porqué). Ahora las vemos del color de la madera, pero en su momento eran puro colorido. El árbol de la vida tenía a cada lado a Adán y Eva, pero durante la Revolución Francesa los revolucionarios los destruyeron, lo mismo le pasó a la serpiente, suerte que dejaron el manzano.
Otro lugar interesante para visitar es la Abadía de Touissant, su origen tenía carácter asistencial, fundada antes del año 1047 por el canónigo Giraud. Era una limosnería fundada para apoyar a los más necesitados en caso de enfermedad y dotar de un lugar para enterrarlos a su muerte, es por ello que disponía de un oratorio y un cementerio. Poco después de su fundación el conde Godofredo II Martel la entregó a la abadía benedictina de la Trinité Vendôme que él mismo había fundado, con el visto bueno episcopal y el compromiso de continuar manteniendo su labor asistencial. A raíz de la Revolución Francesa, el lugar pasó a manos públicas y fue ocupado por instalaciones militares hasta su abandono. Actualmente acoge la sede de la Galería David d'Angers que se ha instalado sobre las ruinas del antiguo establecimiento monástico. En el siglo XIX la bóveda se derrumbó, y se reconstruyó en cristal, es por ello que podéis contemplar la diferencia entre lo antiguo y lo más nuevo. Por la nave y el crucero hay estatuas gigantes muchas son copias en yeso de obras que están en otros museos que el escultor donó a la ciudad de Angers. En el entresuelo encontramos numerosos medallones y bustos de hombres ilustres como Víctor Hugo, Balzac, Lamartine, Goethe...
Desde Angers podemos dirigirnos hacia Saumur donde llegaremos en menos de una hora.
Saumur se encuentra a orillas del río Loira, y es un pueblo encantador donde pasar la tarde, o el día, dependiendo del tiempo que se disponga. Situado en el corazón del viñedo angevino surge la ciudad medieval de Saumur, llamada la Perla de Anjou, pues su barrio histórico se despliega a lo largo del rio.
La visita del casco histórico de Saumur es interesante, podemos empezar la visita en la torre Grainetière, del siglo XV, donde se almacenaba el grano de todo el pueblo y se distribuia en caso de escasez. Entre 1664 y 1790, fue transformado en una prisión. De entre todas las casas y mansiones que hay en Saumur, hay que destacar la Casa del Rey, que fue el hogar de personajes famosos de la historia, en ella se alojaron Carlos VII, Ana de Austria y Luís XIV. En el barrio de Saint-Pierre-des-Marais, se encuentra la iglesia del mismo nombre, una muestra de la arquitectura gótica angevina. En la plaza podemos contemplar dos casas con el tipico entramado de madera que datan del siglo XVI, con unas magníficas puertas tachonadas con aldabas. Desde esta plaza podemos acceder al castillo, por la rue  Mont du Fort, en una de las casas de madera, vivía el notario que inspiró a Balzac para crear su personaje de padre de Eugénie Grandet.
«Chateau fort de Saumur» de Daniel de Sedan - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chateau_fort_de_Saumur.jpg#/media/File:Chateau_fort_de_Saumur.jpg
Lo que más llama la atención es el Château de Saumur, conocido también como el Castillo del Amor. Es uno de los más bonitos de la región del Loira. Como se puede apreciar era un castillo defensivo, que tras las reformas del siglo XIV se convirtió en un castillo de recreo. En el museo además de encontrar una de las colecciones de arte decorativas del país más bonitas, también alberga el museo ecuestre. El castillo de los duques de Anjou está rodeado de fortificaciones, y desde lo alto del castillo podremos divisar una de las mejores panorámicas de la ciudad y del Loira. El centro histórico invita a recorrerlo a través de sus callejuelas, de sus casas antiguas. En la plaza de Saint -Pierre encontraremos las típicas casas con entramado de madera, al lado de la iglesia que lleva el mismo nombre y que destaca por sus tapices. Otra iglesia que no hay que perderse es la iglesia románica de Nôtre-Dame-de-Nantilly, que también alberga una espléndida colección de tapices de los siglos XVI y XVII.

En el año 1203 Felipe Augusto se apoderó por fin de Saumur tras una larga lucha contra los Plantagenet (herederos del condado de Anjou). Algunos años después seria san Luis rey de Francia el que transformaría el castillo. Hizo rodear la torre maestra con 4 torres redondas que unió por cortinas (es decir los muros que daban al patio interior del castillo). En 1356, otro Luis, el segundo hijo de Juan el Bueno, recibe Anjou como infantado. Y se dispone a hacer reformas, utilizando los primeros niveles de la fortaleza de San Luis como cimientos del palacio-castillo,  su intención era rivalizar en lujo con el resto de sus hermanos, Carlos V (rey de Francia), con Juan, duque de Berry y con Felipe, duque de Borgoña. Al final es la única construcción principesca edificada por los Valois en el siglo XIV que queda intacta.
No contentos con lo que había construido, el rey René mandó hacer cambios en la torre este. A su muerte el ducado de Anjou volvió a la Corona y se instaló en el castillo una guarnición real. En 1589, Enrique III, concede Saumur a los protestantes como plaza segura, empezaban las guerras entre católicos y protestantes. Pero nada más llegar el nuevo gobernador, Philippe Duplessis-Mornay, amigo y consejero de Enrique de Navarra (futuro Enrique IV, del que ya hemos hablado en posts anteriores) empieza a fortificarlo un poco más, pero tras su caída en desgracia con Luis XIII en 1621 empezará el declive del castillo.
Durante los siglos XVII y XVIII el castillo será utilizado como prisión, lo ocuparán presos en "lettre de cachet" y más tarde unos 1780 prisioneros de guerra, principalmente marineros británicos.

"Lettre de cachet (1703)" by Tangopaso - Own work. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lettre_de_cachet_(1703).jpg#/media/File:Lettre_de_cachet_(1703).jpg
Después vino la Revolución Francesa, el castillo se salvó, aunque quedó en mal estado y Napoleón decidió que siguiera siendo una prisión estatal. Cuando Napoleón dejó el poder, el nuevo régimen decidió asignarlo al Ministerio de Guerra que lo convirtió en un depósito de armas y municiones. En 1889 la ciudad empezó a negociar para adquirir el castillo con el fin de instalar el museo municipal, al final lo lograron en 1906, ese mismo año comienza su restauración. En 1940 cuando ya casi se ha acabado la restauración, el castillo fue bombardeado sufriendo graves daños, que serán reparados años más tarde.










domingo, 19 de abril de 2015

London is on fire! el gran incendio de 1666, nunca hay que dejar el horno encendido...

«Great Fire London». Publicado bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Great_Fire_London.jpg#/media/File:Great_Fire_London.jpg.


Londres, el verano de 1666 está siendo duro, muy duro para los que han perdido a su familia por culpa de la peste que a asolado la ciudad, y el país. El clima está siendo extremadamente seco y caluroso, aunque la primavera y el invierno también lo han sido . Las casas están más secas de lo habitual, se echa en falta la humedad y las lluvias de Londres.
Es sábado, 1 de septiembre, en un pequeño callejón de nombre Pudding Lane, tan pequeño que apenas cabe una carretilla, y que nos lleva a la populosa Thames Street, centro de la actividad comercial. En este callejón está la panadería de Thomas Farynor, el panadero del rey Carlos II. No se sabe bien por qué pero esta vez el panadero se olvida de apagar el horno de su panadería, como siempre suele hacer. Sobre las dos de la madrugada del domingo día 2 los criados del panadero le despiertan alarmados, el horno ha prendido el piso inferior de la casa, están atrapados. Para poder escapar del fuego deben salir por la ventana y subirse a la azotea, lo consiguen el panadero, su hija y un criado. La pobre doncella no se atreve a caminar por el tejado, y muere en el incendio. Ella fue la primera víctima del incendio, que ya ha devorado la casa del panadero y amenaza con extenderse sobre las casas vecinas. Las construcciones están todas amontonadas, todas muy pegadas unas con otras. El fuerte viento que empieza a soplar desde el este, comienza a empujar las llamas en dirección al oeste, en apenas dos horas de haber comenzado el incendio, este ya se ha descontrolado.

Por Eluveitie (Trabajo propio) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], undefined
Los alguaciles van corriendo a informar al Lord Major de Londres, se trata de Thomas Bludworth, y la respuesta que da pasará a la historia como un gran ejemplo de irresponsabilidad de un gran incompetente, sólo se le ocurrió decir "¡Mead! ¡Una mujer podría acabar con él de una meada! y se volvió tranquilamente a la cama. Por suerte estaba Samuel Pepys, que más tarde se haría famosos por los diarios que escribió sobre la vide en Londres entre 1660 y 1669. Por aquel entonces era oficial de la Armada, decidió subirse a la Torre de Londres para poder ver lo que ocurría con el incendio. Y lo que vio le heló la sangre, el incendio ha arrasado Pudding Lane, la cercana Fish Street Hill está reducida a cenizas, incluidos los almacenes llenos de carbón, leña, aceite y brandy, lo que hace que las llamas se hayan avivado considerablemente. El fuego ha alcanzado el Puente de Londres, cuya construcción se había iniciado en 1176 bajo el reinado de Enrique II de Inglaterra y fue completado durante el reinado de Juan Sin Tierra. Lo malo de que haya llegado hasta el puente, es que sobre el mismo hay una estructura con hasta siete pisos de casas, llenas de comercios y pegadas unas a otras. Apenas hay una estrecha callejuela que separa las casas a ambos lados del puente.
Todos los que vivían en el puente estaban intentando salvar sus bienes, los arrojaban al río o utilizaban barcas a las que lanzarse para poder huir. Este no era el caso de los más pobres, que esperaban hasta que el incendio llegaba hasta la puerta de su casa, para saltar al río. Por aquel entonces no existía el cuerpo de bomberos, sino que las parroquias o algunos particulares disponían de carros con bombas de agua montadas sobre ellos, pero primero había que localizarlos y reunirlos para que pudieran actuar. Todo ese tiempo que se perdía hacía que el incendio tuviese alas. Cuando consiguieron organizar las brigadas, el problema era la gente que huía del incendio y los arrastraba impidiendo que llegasen a la zona del fuego. Cuando lo consiguieron se dispusieron a seguir con la táctica de crear cortafuegos dentro de la ciudad, para ello había que derribar una linea de edificios para que sirviera de barrera. El Lord Major, a esas alturas ya se había dado cuenta de que con una simple meada no conseguirían nada, había dado la orden de formar los cortafuegos demasiado tarde, el fuego estaba sin control.
Mientras Pepys, viendo que ya hay más de trescientas casas destruidas, y al ver como está ardiendo el Puente de Londres, solicita audiencia al Rey Carlos II en su calidad de oficial de la Armada Inglesa. Cuando le explica al rey cómo está la situación, el rey le ordena que contacte con el Lord Major y le ordene que demuela todas las casas que sean necesarias con tal de cortar el fuego. Cuando Pepys se encuentra con Bludworth se lo encuentra que está sufriendo una crisis nerviosa y es incapaz de hacer nada más que desmayarse.
Las llamas se extienden hacia el oeste y el norte de la ciudad , sus dimensiones son tan grandes que parece el Juicio Final. Hacia el mediodía del domingo se abandonan los intentos de extinción y control del fuego, la gente trata de huir y ponerse a salvo con lo poco que tienen como pertenencias.
El rey se encuentra en un barco en el Támesis, desde ahí contempla la ineptitud del Lord Major, decide relevarle del cargo y ordena que se sigan derribando casas para formar otro cortafuego, pero ya es demasiado tarde. El aire que se encuentra sobre el incendio se calienta mucho por el efecto del fuego, y va subiendo a gran velocidad creando un vacío que es ocupado por corrientes de aire más frío que se encuentra a ras del suelo, lo que sirve para alimentar de oxígeno a las llamas que se hacen aún más virulentas, es lo que se conoce como tormenta ígnea.
Por Bunchofgrapes at the english wikipedia [GFDL (www.gnu.org/copyleft/fdl.html) undefined CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)], a través de Wikimedia Commons
El fuego seguirá ardiendo toda la madrugada hasta el lunes tres de septiembre, cuando amanece un fuerte viento del este, ayudado por el clima cálido y seco, hará que el fuego recorra la ciudad, arrasando todo lo que encuentra a su paso. El señor Bludworth ha desaparecido, ni está ni se le espera, por lo que el rey decide poner al mando a su hermano el duque de York, que tratará de abrir nuevos cortafuegos en distintos puntos de la ciudad. La verdad es que con poco éxito, pues el fuego iba demasiado veloz. Tan veloz como lo hacía el monarca que recorría la ciudad acompañado de una pequeña escolta para animar a los que combatían las llamas.
El mismo Puente de Londres hizo de cortafuego, así que el fuego no llegó a la otra orilla del Támesis, en cambio las llamas se dirigen hacia el norte, al corazón de Londres. La Catedral de Saint Paul cae pasto de las llamas, al igual que el distrito comercial y de negocios de la ciudad. Los ricos salen a las calles entregando dinero a los ciudadanos que encontraban para que les ayudasen a salvar sus pertenencias.
La ciudad seguirá quemando todo el lunes, y su noche, continuará el martes pero ya su fuerza será menor. El pueblo lleva días buscando culpables, y como no, empiezan los rumores de que ha sido provocado por los holandeses y francese, justo con los que Inglaterra mantenía una larga enemistad. Empiezan a producirse ataques a extranjeros hasta que el rey decide enviar al ejército para protegerles. 
Después de cuatro días de incendio el miércoles 5 de septiembre el viento amaina y las llamas se extinguen, dejando un panorama desolador. Se habían destruido trece mil viviendas, la catedral de Saint Paul, el Custom House, todas la prisiones, la Oficina General de Correos, la Bolsa, la Royal Exchange. Hay más de doscientos mil londinenses sin hogar, sin nada... pero sólo se han contabilizado cuatro muertos, oficialmente claro. Ahora sabemos que pudieron morir miles de ellos, y si los cuerpos no se encontraron fue porque el intenso calor había provocado que hasta los huesos se desintegrasen, como había pasado con las cerraduras de la ciudad, que quedaron fundidas por el calor. Más del 75 % de la ciudad que estaba dentro de las murallas había desaparecido, y fuera de ella había suburbios que también habían sido afectados.

Como muchos dicen, no hay mal que por bien no venga, el incendio a pesar de que nos cueste imaginarlo, tuvo dos efectos beneficiosos. Por un lado supuso el final de la epidemia de peste de 1665, y por el otro la renovación total de la ciudad.
A finales de septiembre, una comisión parlamentaria fue nombrada para la investigación del incendio. Durante la investigación un relojero protestante francés, un tal Robert Hubert, confesó haber provocado deliberadamente el incendio en la panadería, ayudado por otros conspiradores. Sus colegas dijeron que estaba desequilibrado, además los detalles de su confesión iban cambiando según lo interrogaban, el Conde de Clarendon comentó que "ni los jueces, ni nadie presente en el juicio creyeron que fuera culpable, pero consideraron que era un pobre desgraciado, cansado de la vida y no dudaron en ahorcarlo en Tyburn."
El comité parlamentario informó en enero de 1667, que no habían encontrado nada que pudiera argumentar que el fuego había sido provocado.  Sólo sería años más tarde en 1678, durante un complot papista, Titus Oates declaró que "la ciudad de Londres fue quemada en el año 1666 por los papistas... para introducir el poder arbitrario y papista en este reino" debido a estas declaraciones en el monumento conmemorativo colocaron una placa en la que se decía "la traición y la malicia de la facción papista", retirada en 1831.
Christopher Wren [Public domain], undefined
Tan sólo un año después se aprobaría la Ley de Reconstrucción, que permitirá en apenas ocho años que se construyan diez mil casas, todas ellas en ladrillo o piedra para evitar que se repitieran nuevos incendios. Las calles serán más anchas, se construirá un nuevo alcantarillado subterráneo que sustituirá las que había a cielo abierto, eso hará que la ciudad sea más limpia y menos olorosa. Se instauraron las aceras en las calles, se amplió el ancho de las mismas para permitir que entrara la luz en las casas, y éstas fueran más ventiladas. El renacimiento de este nuevo Londres se lo debemos al arquitecto Cristopher Wren, que dirigirá la construcción de cuarenta y nueve iglesias, y como no la nueva Catedral de Saint Paul. Será el encargado de planificar las amplias avenidas, las plazas y los parques, estableciendo las bases del Londres moderno.
Por iniciativa del rey, Carlos II, Cristopher Wren y Robert Hooke construyeron un monumento cerca de Pudding Lane, se encuentra a unos 61 metros de donde se sabe que comenzó el incendio. A su vez su altura de 200 pies (corresponderían a 61 metros) recuerda la distancia del foco del fuego. Se le conoce como "The Monument". En 1668 se añadieron las acusaciones contra los católicos en una inscripción del monumento, que según algunos los hacían culpables del suceso: " Aquí, con permiso del cielo, el infierno se desató sobre esta ciudad protestante... iniciado y llevado a cabo por la traición y la malicia de la facción papista..." Esta inscripción a pesar de que lo que relata no fue cierto, se mantuvo hasta 1830.
Hay otro monumento que nos recuerda este gran incendio, se trata del Golden Boy de Pye Corner en Smithfield, marca el lugar donde el fuego se detuvo. También hay una inscripción en la que se constata que el hecho de que el fuego se iniciara en Pudding Lane y se detuviera en Pye Corner era un indicio claro de que el fuego era una evidencia de la ira de Dios en la ciudad de Londres, por el pecado de la gula...
Por Ariaski [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], undefined

El Golden Boy, es un querubín de casi dos metros metido en una hornacina, es una figura de madera recubierta de oro,  en sus inicios estaba incrustada en la parte delantera de un pub en Pye Corner, y que era conocido como "La fortuna de la guerra". Está situado en la esquina de la calle Giltspur y Cock Lane, en Smithfield, en el centro de Londres, cerca del Hospital de San Bartolomé.
Su proximidad al hospital nos lleva a contaros una historia bastante macabra, sobre los Body Snatchers, o sea ladrones de cuerpos...
En los siglos XVIII y XIX digamos que hubo cierta escasez de cadáveres para que los médicos pudieran diseccionar, y a raíz de esto se creo un negocio que movía bastante dinero. Los ladrones de cuerpos por una buena suma se acercaban a los cementerios y desenterraban a los que acababan de morir, o sino asesinaban a cualquier menesteroso que se encontrasen por la calle y vendían su cuerpo. La gente temía el robo de órganos de sus difuntos, tanto, que solían pagar a guardias para que vigilasen al muerto hasta que este se hubiera descompuesto y ya no fuera útil para su disección. Se dice que la iglesia del Santo Sepulcro que está cerca de Pye Corner se construyó para disuadir a los Body Snatchers. Lo más fuerte de todo es que en el pub "La fortuna de la guerra" donde estaba el rollizo querubín, era el lugar macabro donde traían los cuerpos para que los médicos del hospital cercano los evaluasen y dieran el visto y así poder realizar el correspondiente cobro de los servicios.       

Aún estaba la ciudad en ascuas, cuando el rey dictó los primeros decretos de emergencia, primero ordenó distribuir pan y otros alimentos en los barrios del norte y de levante, que eran los más castigados. Se habilitaron las iglesias y escuelas que aún estaban en pie, para albergar a los que habían perdido sus casas. Al mismo tiempo se lanzó una campaña nacional para conseguir fondos para ayudar a las víctimas. Cumplidas estas primeras medidas, y restablecida en mayor o menor medida la normalidad en la ciudad, Carlos II se enfrentó a la dura tarea de reconstruir Londres. Para ello solicito la ayuda de sus amigos científicos, como Christopher Wren, arquitecto y astrónomo, o el matemático y físico Robert Hooke, así como el escritor y estadista John Evelyn que le propusieron ambiciosos planes inspirados en el urbanismo barroco que por aquel entonces hacía furor en el continente. La cosa fue muy lenta, pues no habían suficientes fondos, además ya sabemos como de tradicionales son los londinenses como para cambiarles de arriba a abajo la ciudad. De modo que la reconstrucción se llevó a cabo según las posibilidades del Reino, el Ayuntamiento y los propios vecinos. Cinco años después, aún quedaban unos 20.000 habitantes que no habían regresado a la ciudad, pese que se habían construido ya casi 10.000 viviendas y edificios. 
La Rebuilding Act, o sea, la Ley de Reconstrucción de 1667, establecía una serie de normas para que la nueva ciudad fuera más sólida, habitable y segura. No todos cumplieron dichas normas, pero la ciudad cambió realmente de aspecto y no sufrió incendios de tal magnitud. Desaparecieron las casas de madera, las callejas y callejones, las fachadas de las casas ya no eran escalonadas, sino rectas, eso facilitaba el paso del aire y del sol. De esta época vienen las manzanas de casas iguales, con los tejados de pizarra y las típicas chimeneas londinenses.       


miércoles, 15 de abril de 2015

Reconstruyendo Londres, de los Estuardo a los Orange en un pis pas...

Londres se encuentra permanentemente en obras desde el incendio de 1666 que asoló la ciudad. El rey confía en su amigo Christopher Wren para la reconstrucción de la misma, en 1669 lo nombró arquitecto real, cargo que mantuvo a pesar de los diferentes monarcas que sucedieron a Carlos II. A Wren le debemos la reconstrucción de la Catedral de Saint Paul, además de que aún se conservan 24 iglesias proyectadas por él, como la de Saint James, la de Picadilly, la de San Clemente Danes, en  el Strand, o la de San Esteban, en Walbrook, cuya cúpula se considera una de las obras maestras de Wren. No sólo se dedico a las iglesias también se encargó de los edificios civiles como el Palacio de Kensington y sus jardines, el Hospital Real de Chelsea, y las reformas del ala este y sur del antiguo palacio de Hampton Court. A pesar del numeroso trabajo que tenía en cuanto a proyectos, tuvo tiempo para ser el fundador y primer presidente de la Royal Society. La muerte le llegó trabajando, a los 91 años, en 1723.


Mientras Wren se dedicaba a trabajar, al rey le buscaban esposa, rozaba la cuarentena y aún seguía soltero, y no era por falta de pretendientas, sino más bien porque tendría que dejar de hacer durante un tiempo lo que más le gustaba, visitar a sus numerosas amantes. Al final se casó con Catalina de Braganza, princesa portuguesa, que era católica, al igual que Jacobo el Duque de York y hermano del rey.
Y ya la tenemos liada, pues los anticatólicos no podían soportar que los posibles herederos del rey, ya fuera su esposa o su hermano, instaurasen de nuevo el catolicismo en Inglaterra. Tal es así que preferían que sucediese al rey el hijo ilegítimo que tenía. Su nombre era James Scott, duque de Mommouth, era el primer fruto de sus amores con Lucy Walter en 1649, y era un devoto anglicano.
La presión del Parlamento obligó al rey a negar la legitimidad del joven Scott, que aunque fuera protestante era bastardo, y esta palabrita es aún hoy, el mayor insulto que le puedes decir a un británico.
Como muestra de buena voluntad para con los anglicanos, hace que su hermano el duque de York se vaya de bolos por las cortes europeas para no tenerlo cerca, además ofrece una serie de limitaciones que atarían el poder de Jacobo si este llegara a reinar. Pese a todas estas concesiones, el parlamento se enfrenta cada vez más al rey y éste ni corto ni perezoso decide cortar por lo sano y disuelve definitivamente la tradicional institución.
http://www.galleryhistoricalfigures.com/figuredetail.php?abvrname=NellGwynne
Nell Gwyn
Pasan los años y el rey sigue tan jovial como siempre, fiel a su máxima: "Dios nunca condenará a un hombre por procurarse un poco de placer" no cejo de alternar sus obligaciones reales con las de cualquier hombre robusto y bien parecido. Era aficionado a la navegación, a la caza, a los caballos y como no a las mujeres, sus aventuras amorosas dejaron no menos de 15 retoños ilegítimos nacidos en Londres y alrededores, aunque no llegó a obtener la ansiada descendencia de su reina portuguesa.

"Barbara Villiers" by Peter Lely - archived web page of Euston Hall.. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Barbara_Villiers.jpg#/media/File:Barbara_Villiers.jpg
Bárbara Villiers
Entre sus amantes tenemos a Nell Gwyn, Lucy Walter, Bárbara Villiers (duquesa de Cleveland) y Louisa de Kéroualle (duquesa de Portsmouth y apodada Lelly). A pesar de todo ello el rey no abandonó su intención de mejorar la ciudad, y de ampliarla. Se drenó y canalizó el río Fleet, se ensancharon un centenar de calles con un mínimo de 4 metros y medio, reservó algunas de ellas para peatones exclusivamente, instauró la costumbre del paseo vespertino por esas calles. Una ordenanza estableció que los edificios de las calles más importantes no tuvieran menos de 4 plantas, sus muros debían tener un espesor suficiente para ser consistentes y evitar desgracias. En este tiempo aparecerán las primeras "square" o manzanas edificadas con una plaza en el centro. Los nobles y magnates que huyeron cuando el gran incendio, vuelven a la ciudad y se instalan en las afueras de la muralla, en el actual barrio del West End.

Podemos decir que el reinado de Carlos II fue bastante tranquilo, hubo algunos episodios trágicos, pero el rey podía morir tranquilo. Y lo hizo el 6 de febrero de 1685, de muerte natural, probablemente lo hizo feliz, pues había conseguido un trono que no se esperaba, obtenido el amor de sus súbditos, y sobre todo súbditas, y disfrutado de la vida tal y como siempre quiso. El mismo Londres que lo había recibido con alborozo, lo despidió con llorosa y sincera consternación en Whitehall.

Ya se sabe, a rey muerto, rey puesto. Y en esta ocasión le tocó el turno a Jacobo, el duque de York y hermano del finado. La pega es que era católico.
El heredero era un personaje bastante particular, tan conciliador como su hermano y igualmente disoluto. En el momento de acceder al trono, contaba con 52 años de edad, en su juventud había sido un excelente marino y un gran militar y está casado en segundas nupcias con María de Módena. En esos momentos se encuentra viviendo entre Bruselas y Luxemburgo, dispuesto a ocupar su trono, el heredero regresa a Londres y emprende una ardua negociación con los "tories" anglicanos, sector que ostenta la mayoría del Parlamento. Éstos admiran el historial militar de Jacobo en defensa de Inglaterra, gracias a su sinceridad en cuestiones religiosas deciden entonces que el mal menor es su religión, y deciden apoyar su entronización. Jacobo II será coronado el 6 de febrero de 1685, pero a los dos meses de la coronación, su sobrino bastardo James Scott, duque de Mommouth desembarca en la costa de Somerset, para reclamar sus derechos hereditarios, cuenta con una pequeña tropa y con el apoyo de los anticatólicos más radicales. El rey envía al ejército que lo derrotará, lo prenderá y lo ejecutará, hala! problema resuelto.
Al año siguiente se produce un levantamiento en Escocia, liderado por Archibald Campbell, el duque de Argyll, jefe de uno de los clanes más prestigiosos y respetados de Escocia, y cuyo padre había propiciado la coronación de Carlos II en la Abadía de Scone. Pero su linaje y ascendencia política no impidieron que tras ser derrotado, acabara de la misma manera que James Scott.

Este ramalazo que le suele dar al rey de ejecutar y represaliar a todo aquel que le haga oposición, preocupan primero y alarman después a cortesanos y parlamentarios. Al poco tiempo de estos sucesos la reina queda encinta, eso supone que el nuevo sucesor también será católico. A los anglicanos eso les preocupa, y le recuerdan la rey sus compromisos adquiridos de tolerancia y buen gobierno, a lo que Jacobo responde con otro alarde de autoritarismo. Destituye a la mayor parte de sus ministros anglicanos, y los reemplaza por católicos afectos a la reina. Poco después el arzobispo de Canterbury junto a otros cinco obispos más firman un documento público exigiendo al soberano el respeto a la preeminencia oficial de su credo. El rey, como jefe de la iglesia Anglicana, los destituye sin designarles sucesor. Al día siguiente, siete personalidades del Parlamento y la Iglesia envían una misiva al estatúder Guillermo de Orange, paladín del protestantismo europeo, y yerno de Jacobo II, pues se había casado con la princesa María, hasta entonces heredera de la corona Británica. En la misiva le ruegan que vaya para Inglaterra con un ejército y que convoque un nuevo Parlamento para decidir la legitimidad del inminente príncipe de Gales.
Al entrar en Londres, Guillermo de Orange se encuentra con que el rey ha huido a Francia, en 1689 el nuevo Parlamento declara la abdicación del rey ausente y ofrece el trono a Guillermo y María, que deberán reinar conjuntamente. El monarca holandés será coronado como Guillermo III. A pesar de todos sus intentos de dar un heredero a la corona, no lo logra. Y tras su muerte sucedida el 8 de marzo de 1702 la sucesión recaerá en su cuñada, Ana Estuardo. Ésta con una salud débil y delicada nombrará a John Churchill, duque de Malborough, Primer Ministro, cargo que ocupará durante 12 años. La buena reina Ana y su guapo príncipe consorte Jorge de Dinamarca, se dedicaron con mucho empeño a proveer un heredero que asegurara la continuidad de la dinastía. La reina tuvo 18 embarazos, de los cuales 13 resultaron fallidos. Los cinco niños que nacieron vivos fallecieron durante su infancia. La reina ya contaba con 43 años cuando murió su esposo, y viendo que no podría dar un heredero reafirmó el "Act of Settlement" o acta de Compromiso, que se había acordado en 1701 para evitar que su hermano Jacobo III y primogénito católico accediera al trono. En estas disposiciones se establecía que si se interrumpía la línea sucesoria de los Estuardo, la Corona pasaría a sus parientes alemanes de la casa de Hannover, que era la segunda rama descendiente de Jacobo I.

Durante los últimos años de la reina Ana, se había iniciado en la ciudad una fiebre constructora que se prolongaría a lo largo del siguiente reinado con Jorge I de Hannover. En Grosvenor Square, cerca de Hyde Park se concentran elegantes palacetes. Esta amplia y elegante square de forma oval se situa en el extremo noroccidental de Mayfair, sobre un solar que antiguamente ocupaba una antigua fortaleza. Su nombre nos recuerda al arquitecto Richard Grosvenor, que en 1725 incluyó el trazado de esta plaza dentro de un gran proyecto de urbanización de la zona. Quedan aún unos pocos edificios originales del siglo XVIII, pero la mayor parte de la construcción es moderna, como la embajada de Estados Unidos, de mediados del siglo XX. Esta imponente sede diplomática ocupa toda la manzana occidental de Grosvenor Square, en cuyo extremo opuesto se encuentra la embajada de Italia. En el número 25 de Brook Street, vivió entre 1712 y 1759 el gran compositor austríaco Georg Händel, aquí fue donde compuso la mayor parte de su obra.

No dejamos aún el barrio de Mayfair, pues en su centro se encuentra la Berkeley Square, la más refinada y aristocrática plaza de la época, presenta una elegante forma alargada con los extremos redondeados. En un tiempo estuvo rodeada de lujosas residencias del siglo XVIII, los bombardeos destruyeron gran parte de ellas y sólo quedan algunas fachadas. Quizá la más interesante de ellas sea la que ocupa el Landsdowne Club, construido en 1768. En el número 20 de esta plaza durante la II Guerra Mundial, el general Eisenhower estableció su cuartel general, es por ello que durante un tiempo a esta plaza se la conocía como "Eisenhower Platz". En la plaza hay un monumento que se colocó en 2003 en memoria de
los 67 británicos fallecidos durante los ataques del 11-S en Nueva York.  En sus cercanías se encuentra el templo de la Inmaculada Concepción y la casa donde nació la reina Isabel II, en el número 17 de Bruton Street, quiero recordaros que Isabel II es reina, por ser hija de rey Jorge VI, que a su vez fue rey porque el titular Eduardo VIII renunció al trono por amor a Wallis Simpson, es decir por una serie de circunstancias concretas, pues estaba bastante lejos en la linea sucesoria si todo hubiese ido según lo previsto.


sábado, 11 de abril de 2015

Carlos II "The Merry King" y la gran peste que asoló Londres

«Charles I (1640)» de Sir Anthony Van Dyck - Historical Portraits. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Charles_I_(1640).jpg#/media/File:Charles_I_(1640).jpg
En el último post sobre Londres nos encontrábamos en que el Rey Carlos I se encuentra encerrado en el Palacio de Windsor, donde espera a ser sometido a juicio acusado de "haberse alzado en armas contra el Parlamento y contra el Reino de Inglaterra", el rey se niega a descubrirse ante los jueces, y con el sombrero bien plantado declara que no reconoce autoridad alguna para que lo juzgue. Ese alarde de chulería no le sirve de mucho, pues acabará siendo decapitado el 30 de enero de 1649. Para esa ocasión el rey ha decidido vestirse con sus mejores galas, vestido elegantemente sale del Palacio de Saint James donde lo habían recluido, y anda solemnemente por el parque escoltado por sus cancerberos. Primero hace una parada en Whitehall para tomar la comunión, luego se dirige a Banqueting Hall donde le espera el cadalso. Que ironía, va a morir en uno de los lugares más queridos de su padre.


Whitehall es la columna vertebral del centro político de Londres, entre emblemáticos monumentos históricos y solemnes edificios gubernamentales. Esta avenida se inicia en Trafalgar Square y se va extendiendo hasta el conjunto monumental que está formado por el Parlamento, la abadía de Westminster y la iglesia gótica de Santa Margarita. 
En su tramo final su nombre cambia por el de Parliament Street, aquí tenemos los edificios del Foreign Office y de otros departamentos del gobierno. Al otro lado está el ministerio de Defensa, en cuyo extremo norte se encuentra Banqueting House, construida por Inigo Jones en 1622. A mitad de Whitehall, se levanta el antiguo cuartel de los Horse Guards, es decir los guardias de caballería, de mediados del siglo XVIII, hoy aún está siendo utilizado como cuartel. Tanto por la mañana como por la tarde, ante el portal se efectúa la ceremonia del cambio de guardia, protagonizado por los guardias reales o life guards. Detrás del cuartel y casi tocando el parque de Saint James se extiende la Horse Guard Parade, está considerada la plaza mayor de Londres. En ella se celebra cada año, el segundo o tercer domingo de junio la Trooping the Colour, o sea la ceremonia de presentación a la bandera, antiguamente lo hacían coincidir con el aniversario del monarca reinante. Es una de las celebraciones más coloridas y suntuosas de los militares británicos, presidida por un espectacular desfile de los Horse Guards y sus bien entrenadas cabalgaduras, tanto jinetes como monturas compiten en ver quien está más espléndido con sus uniformes de gala.

"Horse Guards from Whitehall Shotter Boys pub 1836 edited". Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Horse_Guards_from_Whitehall_Shotter_Boys_pub_1836_edited.jpg#/media/File:Horse_Guards_from_Whitehall_Shotter_Boys_pub_1836_edited.jpg
El pueblo de Londres el voluble, y una vez se sabe de la condena del rey, cambian completamente de posición. Una cosa era levantarse contra el autoritarismo, y si me apuras quitarle el trono, pero que Inglaterra ejecutara a su propio rey, eso hería las fibras más sensibles del nacionalismo y del sentimiento monárquico, que de ese hay mucho... Tal es así que en los dias previos a la ejecución se produjeron numerosas manifestaciones de protesta y actos populares para solicitar el indulto al soberano, pero no consiguieron nada. Como recuerdo de esa ejecución hay una estatua ecuestre del poco afortunado soberano en el extremo norte de la avenida Whitehall, no muy lejos del lugar donde perdió la cabeza.

Y que pasó con la familia real, pues huyeron hacia Escocia. La reina Henrietta María y el joven Carlos II se fueron a Escocia acompañados de una serie de fieles monárquicos, dos años después de la muerte del rey, su hijo Carlos será coronado por los mismo fieles que les ayudaron a huir en la Abadía de Scone, lugar de consagración de los reyes Caledonios. Esa coronación no le va a valer de mucho, no tiene ninguna posibilidad de reinar de nuevo sobre Inglaterra.

Treinta años después de haber sido coronado Carlos intenta invadir la Inglaterra de Cromwell, conseguirá llegar hasta Worcester donde será derrotado. Qué ironías de la vida los ingleses decapitaron a su rey por ser absolutista, y en estos momentos están gobernados por un tipo dictatorial, puritano que con el poder que tiene mangonea el parlamento como quiere. En ocasiones los cambios no suelen ser muy buenos...
Tras la derrota el joven rey decide que para aliviar sus penas lo mejor es refugiarse en Francia. Es un muchacho alto y guapo, de buena planta y buen carácter. Sabe combinar la política y la guerra con los placeres terrenales, y en París se aprovecha de ello para buscar ayuda para su causa sin olvidarse de vivir la vida, que para eso estamos en París!.

Collection of the Museum of Ventura County, Private Collection
En la capital francesa asiste al teatro y a los salones mundanos, su éxito con las mujeres es espectacular. Cuando se cansa de París se va a Holanda, a España, en España será donde tendrá innumerables conquistas sentimentales, a pesar de que no conseguirá que los poderosos se decidan a brindarle fondos y tropas para conquistar Inglaterra y acceder al trono. El problema es que a pesar  de que las monarquías europeas no sintieran ningún cariño por el advenedizo de Cromwell, habían firmado la paz con él y no había intención alguna de romperla siempre que mantuviera sus ideas republicanas en las islas Británicas.
Todo cambió con la muerte de Cromwell en 1660, el sucesor del mismo no será otro que su hijo Richard, ¿desde cuándo una república resulta ser hereditaria?, bueno la cuestión es que el tal Richard comete errores uno tras otro, y es torpe en cuanto a temas de gobierno. El régimen puritano que había impuesto su padre se va debilitando, el ejército está inquieto, es el momento de actuar. Carlos se dirige a los Países Bajos, y proclama la declaración de Breda. En este documento el rey promete a los británicos una amnistía general, la libertad de conciencia religiosa, un reparto equitativo de las tierras en disputa y el inmediato pago de los salarios retrasados de la milicia. Éste último punto fue clave para que el general realista George Monk lograra reunir un poderoso ejército, al tiempo que sus colegas del Consejo Militar de Londres decidan que actitud tomar. Monck para darles tiempo va avanzando lentamente hacia Londres, de esta manera quiere evitar el derramamiento de sangre y que vayan avanzando las negociaciones para la entronización del rey.

A este periodo se le conoce como la Restauración, los ingleses con la sorna que los caracteriza bautizan a su nuevo rey como "The Merry King", o sea el Rey Alegre (o feliz). El monarca hizo su entrada en Londres el 29 de mayo de 1660, justo el día en que cumplía 30 años. En el triunfal desfile le hicieron guardia de honor unos 20,000 hombres del ejército de Monck, vestidos de gala y alzando los sables al paso del rey. Los londinenses se apiñaban en medio de las calles alfombradas con flores y adornadas con arcos triunfales, mientras acababan con el vino que brotaba de las fuentes por milagro del Ayuntamiento. Las campanas repiqueteaban sin cesar, y desde todos los rincones se oía música. En los balcones se situaban las damas, damiselas, y mujeres de mal vivir engalanadas con sus mejores trajes para la ocasión. El Lord Mayor y los concejales esperaban al soberano bajo numerosos y coloridos estandartes, vestidos con sus libreas relucientes y los collares que indicaban su rango luciendo bajo el sol. Al otro lado se encontraban los lores y nobles, enfundados en sus trajes de seda y terciopelo, bordados en oro y plata. Todo el mundo estaba alegre y sonriente, aliviados y esperanzados con su nuevo rey.

No hay duda alguna de que el nuevo rey entró en palacio con el pie derecho. En la primera etapa de su reinado la situación le favoreció abiertamente, sin gran esfuerzo de su parte. La jerarquía anglicana y los nobles terratenientes llegaran a un acuerdo para dominar el nuevo Parlamento, que será elegido en 1661. Gracias a ellos el rey podrá disponer de un poderoso ejército, esta estabilidad tanto la del soberano, como la del Parlamento será asegurada por medio de leyes que controlarán la prensa, limitarán las reuniones públicas y establecerán una educación unitaria, nacionalista y monárquica.
Las medidas tomadas no molestan a los londinenses, saben lo que es sufrir los extremismos políticos y no quieren volver a padecerlos. En este periodo de bonanza en que todos están más o menos contentos, los londinenses pueden ver como su rey suele pasear diariamente por una colina, la que actualmente se llama Constitution Hill, suele ir acompañado por alguno de los hombres sabios que lo asesoran o por alguna de sus favoritas, que tiene una docena de ellas....

Simon Pietersz. Verelst (1644–1710/1717) [Public domain], undefined
De sus favoritas destaca una joven galesa, Nell Gwyn, y que fue una de las primeras comediantes que triunfó en los escenarios de Londres. Hay que recordar que este rey antes de subir al trono, había disfrutado de la vida en ciudades como París. Allí había asistido a la Comedie Française, y a otros teatros parisinos, gracias a esta amplitud de miras decidió reabrir y subvencionar las salas que habían sido clausuradas por los puritanos, e impulsar las actuaciones de mujeres en sus escenarios. Hasta ese momento y ya desde tiempos de Shakespeare los papeles femeninos eran interpretados por muchachos, lo que a menudo provocaba maliciosas carcajada y silbidos del público.
Como el rey era un deportista nato, también importó y puso de moda un juego francés al aire libre llamado Pall Mall, era una especie de mezcla entre el criquet y el golf. Las pistas se encontraban en la actual avenida de Pall Mall, casualmente junto a la confortable residencia de la mencionada señorita Gwyn.
Pall Mall era y es una amplia y señorial avenida que une el palacio de Saint James con la plaza de Waterloo, estamos en el corazón del Londres aristocrático. Su nombre viene de que en el siglo XVII la nobleza practicaba en ese lugar un juego de origen italiano, el palla-maglio, o pelota martillo, digamos que sería el ancestro del británico cricket. Es conocida por albergar unos cuantos clubs de caballeros que se construyeron entre el siglo XIX y principios del XX. De entre ellos destacan el Athenaeun, entre sus socios estaban C. Darwin, W. Churchill, C. Dickens, T.S. Elliot....y muchos más, aquí se reunían los literatos y poetas. El Travellers, era un club de caballeros del que sólo podían ser socios aquellos caballeros que viajaran al extranjero para que pudieran reunirse y a la mismo tiempo ofrecer hospitalidad a los distinguidos visitantes extranjeros. Las normas originales de 1819 excluían a cualquier miembro que "no haya viajado fuera de las Islas Británicas a una distancia de por lo menos, 500 kilómetros de Londres en línea directa", así que si no cumplís los requisitos olvidaros...También estaba el Oxford and Cambridge Club, exclusivo para los antiguos alumnos de esas universidades, el Royal Automobile Club, con una piscina que daría envidia a cualquier gimnasio de alto standing... Chicas, lo siento pero no podemos entrar, todos tenían siempre la misma norma, sólo hombres...
«Nell Gwynne Blue plaque» de Panhard - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY 2.5 vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nell_Gwynne_Blue_plaque.jpg#/media/File:Nell_Gwynne_Blue_plaque.jpg
Esta calle resultó ser el centro artístico de Londres debido a que en 1814 la Royal Academy, la National Gallery y la casa de subastas Christie's se situaban en ella, aunque ninguna permaneció allí por mucho tiempo. Los inmuebles de la zona sur del Pall Mall pertenecen y han pertenecido durante años a la corona, como el Palacio de Saint James, o Malborough House, que en el pasado fue una residencia real. En esta zona también se encontraba la War Office, en su época fue el centro administrativo del Gobierno del Reino Unido, era un complejo de edificios pertenecientes a la mansión ducal de Cumberland House. No era la única residencia ducal de la zona, también estaba la Schomberg House y la Buckingham House, que fue la residencia del duque de Buckingham.
Durante los fines de semana el rey se solía escapar en buena compañía hacia los palacios de Windsor, Hampton Court... atravesaba Chelsea al galope con su caballo para llegar lo antes posible a los brazos de su amante de turno. Este camino que realizaba se le conoce actualmente por King's Road, es decir el Camino del Rey.
King's Road en un principio era el camino privado que utilizaba el monarca para ir hacia Kew, hasta 1830 siguió siendo privado, aunque los que vivían por los alrededores solían utilizarlo. Hay algunas casas que datan de principios del siglo XVIII como la que está en el número 213, en ella se puede ver una placa azul en la que nos informa que el director de cine Sir Carol Reed, vivió allí desde 1948 hasta su muerte, treinta años después. Dos números más, en el 215, vivieron el actor Peter Ustinov, Thomas Arne (compositor de "Rule Britannia") y Ellen Terry. Otro de los vecinos ilustres del barrio fue Ian Fleming, el padre de James Bond.
"King's Road, Chelsea, London SW10, 4 June 2011" by Mark Ahsmann - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:King%27s_Road,_Chelsea,_London_SW10,_4_June_2011.jpg#/media/File:King%27s_Road,_Chelsea,_London_SW10,_4_June_2011.jpg
Al lado de King's Road se abrió en 1876, la primera pista de hielo artificial del mundo, el "Glaciarum". En plena explosión de la década de los 60 la calle se convirtió en el símbolo de la cultura mod. Más tarde llegaron los hippies y los punks, que la convirtieron en un centro de la contracultura. Actualmente si paseáis por allí veréis que se ha aburguesado un poco. En King's Road se abrió la primera franquicia de Starbucks de Londres.
Volvamos con el "Merry King" Carlos II a su época. Todo era felicidad y tranquilidad para la corte y sus súbditos, hasta que el buen rey se vio envuelto en una absurda guerra con Holanda, cuyos sucesivos desastres y la vergonzosa derrota que sufrieron sus naves con la que acabó el conflicto en 1667 hicieron que el prestigio del soberano cayera por los suelos, a parte la corona y el reino quedaron gravemente endeudados. Si a eso añadimos que Londres sufrió dos terribles catástrofes un año tras otro, el rey lo tenía un poco mal para mantener su credibilidad y su simpatía para con el pueblo.
La primera catástrofe que les llegó fue la peste, o la "gran Peste" como se conoce, llegó a Londres la primavera de 1665, fue totalmente excepcional, tanto por su virulencia, y duración, como por sus consecuencias. De 460,000 habitantes de la ciudad, murieron unos 70,000 (aunque algunas fuentes dicen que podrían haber sido casi 100,000) ya que muchos certificados de defunción eran ambiguos. El mal se manifestó a principios de abril, tras un invierno muy duro que la había mantenido latente. A medida que avanzaba el verano, que fue más bien tórrido y húmedo, la peste se fue extendiendo rápidamente. En junio ya habían perecido 4,000 personas, y al mes siguiente la cifra se había doblado.
Los apestados se hacinaban entre gemidos en los improvisados hospitales, vagaban por las calles o se arrastraban hasta los abrevaderos de caballos para calmar su incesante sed. Los vecinos no podían más que apiñar los cadáveres en las plazas y esquinas, a la espera de que los atareados carros que los recogían pasasen por su zona. El panorama era dantesco, el olor que se respiraba por todos los rincones de la ciudad era nauseabundo y los gritos de dolor asustaban al más valiente. En septiembre la mortalidad llegó a su máximo, en una sola semana se registraron 12,000 muertes, luego poco a poco se fue reduciendo gracias a que ya llegaba el frío invierno.
El rey ya no era tan alegre, y se dedicó a participar personalmente en las tareas de prevención y dictó una serie de medidas inteligentes como sería el acondicionar casas de aislamiento, conocidas como "pesthouses" en las que sólo se depositaban a los realmente enfermos. Se marcaban las puertas con una equis roja y eran custodiadas por guardias armados, para reprimir los frecuentes disturbios en los que a menudo intentaban incendiar las casas marcadas. 
Entre las recomendaciones de las autoridades para protegerse del contagio estaba el "consumo de tabaco" así que el fuego solía mantener encendidas grandes hogueras pro toda la ciudad con la esperanza de que quemando tabaco se purificara el aire. Se establecen unas normas para el entierro de los muertos, debían enterrarse antes de la salida del sol, las tumbas debían tener una profundidad como mínimo de seis pies, y toda aglomeración de gente en los entierros queda prohibida mientras dure la actual epidemia. Los enfermos deben permanecer recluidos, "tan pronto como cualquier persona sea declarada contaminada de peste, a partir de esa misma noche deberá quedar recluida en su casa", además tenían la obligación de denunciar al pobre que tuviera "manchas, rojeces, hinchazón  de cualquier parte del cuerpo, o caiga gravemente enfermo, el dueño de la casa debe dar aviso al inspector de salud en un plazo de dos horas. Pero hay de los que compartían casa con el enfermo, también estaban estigmatizados y no podían salir de casa ni cambiar de residencia, es decir que también acababan condenados a morir.
Los aristócratas y los que tenían dinero huían de la ciudad para salvar sus vidas, al final el rey también abandonó la ciudad, no sin antes dar un consejo a los que tenían barcas, botes o cualquier tipo de embarcación, les instó a que permanecieran aislados en medio del Támesis. Este consejo real fue realmente efectivo, pues se preservaron unas 10,000 vidas con él.
Este 2015 encontraron unos cuantos cadáveres en Liverpool Street, y que parece ser que corresponderían a las víctimas de la peste, si queréis leer más en este enlace.