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sábado, 12 de abril de 2014

Paseos por Roma: de Piazza Venezia al Campo dei Fiori

Este paseo estaría bien llevarlo a cabo al caer la tarde, cuando las plazas y calles de este barrio se empiezan a llenar de gente paseando y tomando café o helados, si quieres hacer como ellos, éste es el lugar indicado.

Partiremos desde la Piazza Venezia, y accederemos a la Vía del Corso por la que iremos hasta llegar a la Vía Caravita hasta la espectacular Piazza Sant'Ignazio, donde encontramos la iglesia de Sant'Ignazio, dentro, en la bóveda hay unos frescos  espectaculares, son de Andrea Pazzo que los pintó en 1685 en estilo barroco y los dedicó a San Ignacio y a la orden de los Jesuitas.






















Seguimos por la Vía Sant'Ignazio, si nos fijamos bien pronto veremos que entre dos edificios hay un puente, une la iglesia de San Ignacio y la de Santa Mª Sopra MinervaY luego por la Vía Piè di Marmo (lleva este curioso nombre porque en ella hay un fragmento de mármol con forma de pie y que pertenecía a una gigantesca estatua romana).


Esta calle está llena de librerías, seguiremos por ella hasta ver un elefante con un obelisco, es obra de Bernini (en 1667 Bernini tuvo la idea de montar un obelisco recientemente descubierto sobre el lomo de un elefante de mármol) que nos da paso a la única iglesia gótica de Roma, Santa María Sopra Minerva, donde se encuentra el "Cristo de Miguel Ángel", en un inicio estaba desnudo, pero más tarde los prelados decidieron añadirle un taparrabos de bronce. En esta iglesia están enterrados varios Papas, cuatro concretamente, y  Santa Catalina de Siena (que convenció a los Papas para que regresaran de Avignon). 

En la sacristía se celebraron dos cónclaves en el s.XV y donde está la habitación en la que murió la santa. En el monasterio que hay al lado fue donde Galileo, fue obligado, a negar que la tierra girara alrededor del Sol, aunque según la leyenda al levantarse susurró "e pur si muove" (pero se mueve).
Desde la misma plaza se ve parte del Panteón, para ir cogeremos la calle que nos llevará a la Piazza de la Rotonda, dónde nos encontramos otro obelisco. Aquí podemos hacer una parada para tomar un café en la Tazza d'Oro, es famoso por su magnífico café, que también te lo puedes llevar a casa recién molido. Un consejo, a no ser que estéis muy cansados es recomendable tomarse el café en la barra, como suelen hacer los locales, pues sale mucho más económico, además pocas mesas creo que tenían. La variedad de café que se puede tomar es muy extensa, el espresso es el clásico, después tenemos el caffè macchiato (café expreso con unas gotas de leche caliente, si lo quiere con leche fría ha de pedir un caffè macchiato freddo) o un caffè lungo más suave. Si quiere algo con fuerza hay que pedir un caffè ristretto, o bien un caffè corretto (expreso salpicado con un poco de alcohol como la grappa o el cognac). Si lo que se quiere es un capuccino mejor tomarlo por la mañana pero jamás,¡ jamás tras una comida!. El tema capuccino también tiene sus variantes, senza schiuma (sin espuma), chiaro (claro) o scuro (más café).

En una próxima entrada hablaremos de los cafés de Roma, y sus variedades. Una vez tomado ese cafelito, podemos entrar al Panteón, es cierto que cuando ves la parte exterior del mismo no puedes llegar a creerte como es el interior. Gracias a sus proporciones (su diámetro y su altura son iguales) y a su estructura. Es un edificio circular con un pórtico delantero rectangular, y terminado en un frontón triangular. Con un diámetro de 43m, la cúpula se hizo vertiendo cemento sobre un marco provisional de madera, es más ancha que la de San Pedro, su base mide casi 6 metros y va disminuyendo según va ganando en altura. La abertura circular del techo tiene 9 metros de diámetro, se llama oculus y es la única fuente de luz y de aire del edificio, pues las paredes son demasiado gruesas para poder abrir ventanas. Conocido como el Panteón de Agripa y a pesar de los siglos transcurridos aún cada 21 de junio, al mediodía, el rayo de luz que se filtra por el oculus llega hasta la puerta principal, como cuando el emperador aparecía justo ese día para dar a entender al pueblo de que era el elegido por los dioses.


Originalmente la cúpula estaba cubierta por una capa de bronce, que el emperador bizantino Constantino hizo retirar y la sustituyó por plomo. Pero no fue el único que se llevó el bronce del Panteón, las vigas de bronce que sostenían el tejado del pórtico se las llevó el papa Urbano VIII para fundirlas junto con los clavos de bronce del pórtico par convertirlos en las 4 columnas salomónicas que sostienen el baldaquino San Pedro, lo que le sobró lo utilizó para un cañón que colocó en el Castel Sant Angelo. En la Edad Media le colocaron un campanario central, que fue sustituido en el s. XVII por dos torres gemelas diseñadas por Bernini, pero gustaron tan poco (las llamaron "las orejas de burro") que las retiraron en 1883.

Contiene pocas obras de arte importantes, a excepción de la "Madonna del Sasso" (Virgen de la Piedra) de Lorenzetto, situada sobre la tumba del pintor Rafael. Que comparte el lugar con dos reyes y una reina, así como otros pintores.

Dejaremos el Panteón de Agripa y nos dirigiremos a una iglesia que hay cerca, Iglesia San Luigi dei Francesi la iglesia es conocida sobre todo por albergar en una de sus capillas, la Capilla Contarelli, un conjunto de pinturas sobre el evangelista San Mateo, realizadas por el maestro barroco Caravaggio en 1599 - 1600. Son tres lienzos conocidos mundialmente: La vocación de san Mateo, La inspiración de San Mateo (también llamada San Mateo y el ángel) y El martirio de San Mateo.


"Sant agostino". Con licenza Pubblico dominio tramite Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sant_agostino.JPG#/media/File:Sant_agostino.JPG
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/3a/Michelangelo_Caravaggio_001.jpg






















En la Iglesia Sant'Agostino, a pocos metros de ésta última, encontramos otra obra revolucionaria del gran Caravaggio, se trata de la "Madonna dei Pellegrini". Con esta obra hay que ponerse en situación, imaginad que estamos en 1600, y los frailes agustinos le encarga a este talentoso (y turbulento) artista, un tema muy clásico, la típica Virgen con el Niño Jesús en sus brazos y a sus pies unos devotos peregrinos que la adoran. El encargo era sencillo, pero Caravaggio tenía una idea diferente. Pintó una de sus obras maestras, a una mujer común con un niño en brazos, el niño en cuestión no era un recién nacido, además todos van descalzos y mal vestidos, la supuesta virgen esta con las piernas cruzadas y apoyándose en un pie. Está en la puerta de una casa que tiene las paredes desconchadas, y a sus pies están los dos fieles con los pies sucios. Huelga decir que la imagen es revolucionaria para su época, además de que no sentó nada bien a los frailes ni a sus contemporáneos, que lo criticaron muy duramente. 

Sin embargo, a diferencia de otras pinturas de este artista, esta obra fue finalmente aceptada, el pintor les fue explicando cada detalle de la composición encontrando una justificación simbólica, como por ejemplo, la exaltación de la pared desconchada significaba la pobreza y la humildad; los pies sucios eran el largo viaje que enfrentan los peregrinos, y así con todo. Pero lo que ya fue lo más, es que la imagen de la Virgen  corresponde a Lena, su amante y que se dedicaba al trabajo más antiguo del mundo, vamos que era prostituta. Muchos dicen que la puso en el cuadro para demostrarle su amor y para comunicar a los demás que la consideraba su mujer, y que la había retirado del oficio.

Si nos vamos de la iglesia y nos dirigimos a unos 300 metros de aquí, en Vicolo del Divino Amore, 22 encontramos el callejón donde vivía, nuestro artista en ese momento, si se mira con atención el cuadro parece que sea el mismo portal donde vivía Caravaggio.

"Piazza Navona, Roma - fontana fc07" by Fczarnowski - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Piazza_Navona,_Roma_-_fontana_fc07.jpg#/media/File:Piazza_Navona,_Roma_-_fontana_fc07.jpg
Después iremos hacia el Corso del Rinascimiento, bajaremos un poco por el y nos meteremos por la calle de nuestra derecha, la Corsia Angonale, que nos llevará a Piazza Navona. Una plaza única en su género, y que debe su forma a una antiguo estadio romano (el Circus Angonalis, donde se celebraban juegos al estilo griego, donde los participantes iban desnudos). Siglos después esta plaza se convirtió en el mercado central durante unos 390 años, ahora lo es durante el periodo navideño, con paradas llenas de juguetes y decoraciones navideñas. 
Las fuentes barrocas de la plaza esconden la rivalidad entre Bernini y Borromini. Éste último perdió el encargo de crear la fuente central de los cuatro ríos, la Fontana dei Quattro Fiumi, porque su contrincante Bernini supo dorarle la píldora a Donna Olimpia, la cuñada del papa. Se dice que Bernini esculpió una de las estatuas con un brazo alzado para avisar el colapso inminente de Sant'Agnese y que la estatua de la santa (hecha por Borromini) con la mano en el pecho, replica "no caeré" (leyenda pura pues la fuente se acabó antes de que lo hiciese la fachada de la Iglesia). En un siguiente post ya explicaré a fondo la historia de esta plaza...
 

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